El president de la Generalitat de Catalunya, Artur Mas, exigió este miércoles "respeto" hacia "la voluntad del pueblo catalán", que concedió en las urnas su voto mayoritario a opciones que impulsaban el proyecto soberanista y el derecho a decidir. Tras la decisión del Tribunal Constitucional de dejar temporalmente en suspensión la declaración de soberanía del Parlament, Mas pidió al Alto Tribunal que cuando se acabe pronunciando sobre el fondo de esta cuestión, "tenga en cuenta este criterio de respeto democrático y de voto popular".

"Es un hecho insólito, es altamente preocupante y profundamente decepcionante", resumió el president Mas en una comparecencia ante los medios en el Parlament. "Aquí no se ha aprobado ninguna ley ni declaración unilateral de independencia", afirmó, y volvió a argumentar que se trata de una declaración política que "se basa en la voluntad popular expresada en las urnas".

Mas criticó la respuesta del TC por el hecho de que "no deja de ser un cuestionamiento de las decisiones tomadas por el pueblo" y cargó contra "el Gobierno español y las instituciones que quieren abortar esta voluntad del pueblo catalán". El president de la Generalitat confirmó que "seguiremos el camino trazado, con coherencia hacia lo que ha decidido el pueblo de Cataluña" e insistió en que la oferta de diálogo sigue abierta por parte del Govern catalán.

La presidenta del Paralment, Núria de Gispert, anunció que la Cámara presentará alegaciones, para lo cual tienen un plazo de hasta 20 días. De Gispert afirmó que "es insólito y sin sentido jurídico llevar una declaración del Parlament de Catalunya al TC".

Todos los partidos catalanes, a excepción del PP (que impugnó la declaración) y de Ciudadanos, criticaron duramente la decisión del TC, y la tildaron de "antidemocrática", "insólita" y "muy grave".

El portavoz de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, ha afirmado este miércoles que "diga lo que diga" el Tribunal Constitucional (TC) la mayoría de los diputados del Parlament de Catalunya "seguirán pensando lo mismo" por lo que ha restado "valor jurídico" a la resolución del TC sobre la declaración soberanista.

El portavoz de CiU en el Parlament, Jordi Turull, ha afirmado en la cámara que "una vez más, el TC ha demostrado que su sensibilidad con respecto a Cataluña es la de una apisonadora", pero tiene que saber, ha añadido, que "nunca una decisión suya podrá silenciar lo que es el sentimiento y la voluntad mayoritaria de un pueblo expresada democráticamente por sus representantes".

"Los diputados del Parlament nos debemos al pueblo de Cataluña y aquí hay una decisión tomada que no tendrá marcha atrás, que es que los catalanes puedan decidir libremente su futuro", ha dicho.

El presidente de ERC, Oriol Junqueras, ha afirmado que la declaración de soberanía aprobada por el Parlament "es la expresión democrática de la voluntad del pueblo de Cataluña, y por tanto, diga lo que diga cualquier tribunal, este Parlament será fiel a la voluntad de los ciudadanos catalanes".

"Tomaremos las decisiones que hagan falta -ha añadido- y la hoja de ruta se mantiene intacta, puesto que no tengo ninguna duda de que el Parlament será consecuente con la voluntad mayoritaria de los catalanes".

Desde el grupo de ICV-EUiA, su presidente, Joan Herrera, ha considerado "insólita y muy grave" la suspensión, y ha añadido que "es ridículo que suspendan una declaración democrática porque, al hacerlo, hay un pronunciamiento en contra de la misma democracia".

Según Herrera, después de la sentencia del Estatut "al PP y al TC les quedaba poca credibilidad, pero con una decisión como la de este miércoles se les ha acabado la poquita que aún podían tener".

Por parte de la CUP, el diputado Quim Arrufat ha indicado que "la pregunta era cuánta democracia aguanta el Estado español, y la suspensión temporal de la declaración indica que la respuesta es cero, por lo que respecta al derecho a decidir de los catalanes".

"Pero lo importante -ha precisado- no es lo que hagan ellos, un tribunal político de doce jueces, sino lo que hacemos los catalanes (...) que debe ser aplicar una hoja de ruta que tenga presente que no habrá una respuesta positiva de España, y que sólo queda una postura de desobediencia civil y la convocatoria unilateral de una consulta que dé toda la voz al pueblo de Cataluña y prescinda del permiso del Estado español".