Al aproximarse las vacaciones escolares, llega el típico dilema para los padres: "¿Dónde dejamos a los niños mientras nosotros vamos a la oficina?". Para solucionarlo, el Ayuntamiento de Madrid ofrece todos los veranos el servicio Centros Abiertos, por el cual 42 colegios públicos de la capital permanecen abiertos durante los periodos vacacionales. El objetivo del plan es permitir que los padres dejen allí a sus hijos "ofreciendo una medida de conciliación de la vida laboral y familiar; y actividades lúdico-educativas para los niños". El programa dispone de 13.394 plazas, 394 de ellas destinadas a niños con necesidades especiales o con dificultades motrices.

El periodo para solicitar plaza este verano arranca este lunes, 6 de mayo. Sin embargo, las familias que quieran inscribirse este año van a tener que hacer un esfuerzo económico mayor, ya que el Consistorio dirigido por Ana Botella casi ha duplicado el precio del programa. En la temporada estival del año pasado, la tarifa general se fijó en 4,90 euros por día (por ejemplo, una familia que inscribió a su hijo durante los 22 días laborables de julio, tuvo que pagar 107,8 €). Este año, en cambio, se ha establecido un precio público de 9,50 euros diarios (209 € por 22 jornadas de julio), es decir, un 93,8% más caro.

El área municipal de Servicios Sociales (encargada del programa) defiende que esta subida se debe a "la retirada de la subvención de la Comunidad: hasta el año pasado, el Gobierno regional pagaba parte del servicio pero este año lo hemos perdido, así que hemos tenido que aumentar el precio para el usuario", explica un portavoz municipal. En efecto, en los presupuestos municipales de 2012 aparecía una transferencia de 379.400 € de la Comunidad al Ayuntamiento para la "apertura de centros públicos en días no lectivos y vacaciones". En el ejercicio actual, esa aportación regional se ha caído de las cuentas municipales.

La Concejalía de Servicios Sociales también justifica la subida por "el incremento del precio de los alimentos, que hace que los desayunos y comidas que se dan a los niños nos cuesten más dinero". Este programa escolar incluye dos comidas diarias para los niños (por la mañana y a mediodía), además de servicios educativos, deportivos y de ocio. Además, dos terceras partes de las actividades se realizan en inglés.

Los padres creen que el nuevo tarifazo supondrá "un golpe a la conciliación", según el presidente de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA) Giner de los Ríos, José Luis Pazos. "Es un precio excesivo. Se hace una criba selectiva por la vía económica: solo podrá acceder al servicio quien se lo pueda pagar", añade Pazos. De hecho, en su opinión, "saldrá mucho más caro llevar a los niños a los colegios que contratar a una persona para que te lo cuide, así que solo disfrutarán de este servicio las familias de clase media-alta".

Por su parte, la concejala Cristina Chamorro (del grupo municipal de UPyD) critica que el Ayuntamiento "estrangula aún más a las familias con este nuevo tarifazo". Además, Chamorro pide que se incluya una tarifa reducida en función de la renta. Hasta 2012, el servicio de Centros Abiertos fijaba precios menores para familias beneficiarias de la beca de comedor, una ayuda que se concedía a alumnos cuyos padres tenían escasos recursos económicos. Este año, en cambio, ha desaparecido este baremo y solo se contempla una reducción de precio para las familias numerosas. "Se está perjudicando a las personas con escasos recursos para beneficiar exclusivamente a las familias numerosas", denuncia Chamorro. Fuentes municipales responden que la beca de comedor "ya no puede ser un baremo, porque el Ayuntamiento ya no participa en la concesión de esta ayuda", aunque "con este nuevo baremo habrá más beneficiarios".

Santiago Gutiérrez: "No sé con quién dejar al niño. Pediré un adelanto de la extra"

Santiago (43 años) y su mujer trabajan en verano y no tendrán con quién dejar a su hijo pequeño (de 6 años) cuando empiecen las vacaciones escolares. "Desde hace tres años utilizamos el servicio de Centros Abiertos. Nos es de gran ayuda porque no podemos dejar al niño solo y así nos evitamos el engorro de buscar alguien para que lo cuide", explica Santiago. "Pero este año no sé cómo lo voy a hacer. Ha subido el doble y ya cuesta tanto como una guardería privada. No tengo a nadie con quién dejarlo porque mi suegra ya está mayor para estar todo el día con el pequeño, y tampoco tenemos dinero para pagar esta subida", se queja este padre.

"No me va a quedar más remedio que pedir un adelanto de la nómina o de la paga extra en mi empresa y conforme están las cosas esto tampoco es la mejor solución", se lamenta Santiago. Pese a todo, se considera un afortunado: "Conozco familias de compañeros de clase de mi hijo que no podrán pagar de ninguna forma el colegio en verano. No sé cómo lo van a hacer". Santiago, además, se declara "indignado" con la subida de precio que ha fijado el Ayuntamiento de Madrid: "No hacen más que cargar sobre los ciudadanos y los trabajadores el peso de la crisis. Si la Comunidad les ha quitado la subvención para este servicio, al menos que el Ayuntamiento asuma el gasto y no nos hagan cargar a nosotros con este peso. Los fondos públicos están para estas cosas y no para otros gastos innecesarios que vemos todos los días".