La mitad de líneas del metro de Madrid sufren averías frecuentes por problemas de mantenimiento

  • Las más afectadas son las líneas con trenes más antiguos (L1, L5 y L6), pero también hay fallos frecuentes en trazados con material nuevo, como la L9 y L10.
  • Los empleados de mantenimiento lo achacan a "la obsolescencia de las piezas y la escasez de repuestos" en los convoyes y las catenarias.
  • Metro admite "retrasos puntuales en el pago a proveedores" y la inversión en repuestos baja un 10,7%. Según los trabajadores, provoca parones en los trenes.
Vicente Núñez, usuario de la línea 9 de Metro: "No hay semana en que no viva una avería".
Vicente Núñez, usuario de la línea 9 de Metro: "No hay semana en que no viva una avería".
ELENA BUENAVISTA
Vicente Núñez, usuario de la línea 9 de Metro: "No hay semana en que no viva una avería".

Los viajeros de Metro esperan en el andén la llegada del próximo tren. De pronto, la pantalla cambia para advertir a los usuarios de que el metro va a tardar más de lo esperado. Los viajeros se miran, observan su reloj y resoplan: "Otra vez averiado". Esta escena se vive con frecuencia en los túneles del transporte subterráneo de Madrid. Cualquier usuario habitual ha tenido esta experiencia en los últimos meses, pero los que más lo sufren son los que utilizan las líneas 1, 5, 6, 7, 9 y 10 (la mitad de las que componen la red).

La empresa pública Metro de Madrid rechaza ofrecer los datos de reclamaciones por retrasos y averías alegando que son "estadísticas de consumo interno". Sin embargo, los trabajadores encargados del mantenimiento consultados por este periódico han percibido más averías de lo normal, con retrasos prácticamente a diario, principalmente en las líneas por las que circulan trenes más antiguos (la L1, la L5 y la L6). También se han detectado frecuentes parones de los convoyes en trazados que disponen de material nuevo, sobre todo en las L7, L9 y L10.

"El problema de las líneas más antiguas está en la escasez de piezas por falta de reposición. Cuando una junta, una válvula o un equipo de freno se estropea tardan en llegar las piezas nuevas, así que tenemos que sustituirlas por otras piezas de trenes que están en cocheras y que también han sufrido desgaste. Esto provoca que se acaben deteriorando rápido, lo que repercute en más retrasos de las líneas y parones en mitad del túnel", explica Alfonso Blanco, oficial de mantenimiento en Metro y portavoz de CC OO.

Metro reconoce que existen "retrasos puntuales en el suministro de repuestos, lo que puede provocar que se tarde más en arreglar los desperfectos; no es algo generalizado, pero sí que hay algún problema puntual en el pago a proveedores", según fuentes de la empresa. Además, los presupuestos de Metro para este año contemplan una reducción aproximada del 11% en la inversión para "repuestos de inmovilizado", tanto para los trenes como para otras instalaciones, como las escaleras mecánicas. En 2012, se previó una inversión de 1,80 millones de euros para la compra de piezas, frente a los 1,61 millones que se han presupuestado en el ejercicio actual.

"No afecta a la seguridad"

Metro asegura que las averías "actualmente están dentro de los niveles normales", aunque rehúsan aportar los datos que lo justifiquen. Mientras, los trabajadores señalan que los fallos ocurren con más frecuencia por sobrecalentamiento de los equipos, desgaste del material (ruedas, mangas de aire, juntas o válvulas), deficiencias en las catenarias y rotura de lunas. "Se está reponiendo con materiales más baratos y de peor calidad", apuntan fuentes de UGT en el mantenimiento de los trenes. En cualquier caso, los trabajadores aseguran que las averías "afectan a la regularidad del servicio, pero no a la seguridad".

Por otro lado, las líneas señaladas por los empleados de conservación coinciden con los trazados que, históricamente, tienen peor valoración por parte de los usuarios. En las últimas encuestas de calidad realizadas por la empresa pública, la línea 6 aparece siempre en última posición, seguida de la 5 y la 1. Además, la deficiencia que más suelen destacar los viajeros son las paradas anormales de los trenes en mitad de la vía. En cambio, los trazados mejor valorados son la línea 7 y Metrosur.

Vicente Núñez, usuario de la Línea 9: "No hay semana en que no viva una avería"

Vicente coge a diario la línea 9 de Metro para desplazarse de Plaza de Castilla a Rivas Futura. Su trayecto se ha convertido en una especie de ruleta rusa: "Sufrimos retrasos casi a diario y no hay semana en que no tengamos que soportar una avería. Si ocurriera una vez al mes, podría pensar que es casualidad. Pero en estos momentos, la casualidad es que el metro funcione bien", denuncia este viajero. Hasta el punto de que se ha convertido en un habitual de la oficina de atención al viajero: "Ya he puesto varias reclamaciones, aunque no sirve de nada. Siempre contestan 'gracias por su aviso' y nunca hacen nada", lamenta Vicente.

"Estas averías, unidas al empeoramiento de la frecuencia, hacen que vayamos hasta arriba en los trenes", explica el usuario. De hecho, mientras se fotografía para 20 minutos, la pantalla del vestíbulo marca un elevado tiempo de espera: 8 minutos para el próximo tren en plena hora punta de un día laborable. "Ir en metro se está convirtiendo en una experiencia muy incómoda: el viaje se hace muy largo y no se respetan las frecuencias. Al final, están consiguiendo que la gente opte por coger el coche".

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