El director general de Consum, Juan Luis Durich, ha defendido este jueves que "para políticos, empresarios y sindicatos, la prioridad debería ser el empleo, ya que el paro es el verdadero problema que tiene España y no tanto si el IPC crece medio punto arriba o abajo" y, por tanto, encaminar todas sus acciones a que "mejore".

Así lo ha señalado en la presentación de resultados de Consum, que "prioriza el empleo sobre los resultados" y, como cooperativa, está "condenada a crear empleo". A su juicio, "todas las empresas deberían sentirse condenadas a crear empleo y el trabajador también colaborar para que se cree empleo" al considerar que, en ciertas "élites de trabajadores, no están dispuestos a sacrificar muchas cosas, aunque se están sacrificando muchas, inducidas, porque no hay más remedio".

Durich subraya que "es un trabajo de todos", aunque precisa que "el que más responsabilidad tiene en todo es el que más poder tiene", a lo que agrega que "el que no quiera poder, que no lo coja".

En 2012, la cooperativa contrató a 377 personas, con lo que alcanzó una plantilla de 10.440 trabajadores, y mantuvo horas de trabajo, salarios y su apuesta por el empleo de calidad —con el 97,2 por ciento fijos y socios—, así como su programa de conciliación de la vida laboral y familiar, a la que destinó 5,2 millones de euros.

Consum trasladó asimismo esa apuesta por el empleo a su cartera de proveedores, ya que realiza el 73 por ciento de sus compras en las autonomías donde está presente y el 99,6 por ciento en España.

Durich ha indicado que 2012 fue "un año difícil, en el que casi todos los vectores de la economía se han comportado como en 2009, el año más duro de la crisis" y en el que donaron más de una tonelada de alimentos, cifra que ha crecido un 20 por ciento en febrero y marzo.

En ese período, la cooperativa subió un 5,6 por ciento en ventas y ganó 32,1 millones de euros, un 9,8 por ciento menos, datos que espera repetir en 2013, para después vivir un 2014 "ajustado" y dar un "impulso importantísimo" a su crecimiento en 2015.

"incentivos por creación de empleo"

Durich plantea que "no daría incentivos por resultados, sino por creación de empleo" y propone a los empresarios una reflexión acerca de que "a lo mejor, de forma loable, al mantener sus rentabilidades y capacidad financiera está generando una situación de un 27 por ciento de paro". "La empresa tiene que vivir por ella misma, pero también por su entorno, incluso desde una perspectiva egoísta", ya que "necesita un buen entorno para trabajar bien", argumenta.

Añade, en este punto, que "el empresario tiene que ganar muchísimo dinero, el que crea empleo y empresa, pero no el que especula".

En cuanto a las políticas del Gobierno, opina que el Ejecutivo de Mariano Rajoy "está convencido de que lo que está haciendo va a mejorar el futuro" y que, con carácter general, "las medidas de ajuste son absolutamente necesarias" porque "un país no puede tener un 7 por ciento de déficit indefinido, y eso hay que cortarlo", aunque agrega que "otra cosa es cómo se ajustan los déficits".

Al respecto, señala que "nunca hubiese reducido el I+D" dado que "un país desarrollado o que pretende ser desarrollado como España tiene que aportar innovación" porque, en caso contrario, deberá "crear productos de poco valor, lo que supone salarios bajos y menor competitividad".

"Nosotros no podemos competir con los chinos, tenemos que competir con alemanes, franceses e italianos y si no comprendemos entre todos esto, lo vamos a tener muy difícil", advierte.

En un "contexto de crisis aguda en el que se tiene tendencia a simplificar la oferta y no ser tan exigentes con la calidad —que peligra al apretar al proveedor, ha dicho— porque da buenos resultados", Consum apuesta por mantener su oferta, aunque conlleve "sacrificar parte de su resultado", porque continúan "confiando en el futuro, en España y en la Comunitat Valenciana, en que esto tiene que ser coyuntural" y su elección es dar "respuestas estructurales".

"las cosas valen lo que valen"

Durich aclara que no se trata de "volver al pasado, sino a unos tiempos razonables, en los que las cosas valen lo que valen y hay que mantener otros principios, de absoluta visión de la realidad y de mantener un mínimo de calidad de vida, pero dentro de lo razonable". "Los productos tienen su precio, ni más ni menos", zanja.

Sobre este tema, defiende que "el consumidor tiene que entender que el precio no es sólo el precio único del producto" y, a modo de ejemplo, señala que "si ese producto con un precio un 5 por ciento más caro, que se fabrica aquí, le genera a su hijo un puesto de trabajo, eso es un precio del producto que tenemos que pagar".

Durich también se ha mostrado partidario de que "cada uno pague lo que le corresponde pagar, además sin miramientos", a preguntas sobre grandes compañías que apenas tributan en España, y de "radicalizar el tema de la economía sumergida y de que se paguen los impuestos que se tengan que pagar, aunque se vayan" algunas empresas, al considerar que ha de haber "unas reglas del juego claras" e iguales para todos.