Los representantes de los trabajadores de Navantia han saludado la labor comercial que el Gobierno está haciendo en el exterior para conseguir contratos para los astilleros españoles, tal y como indicaba este jueves en Rota (Cádiz) el ministro de Defensa, Pedro Morenés, a quien, por otro lado, afean que "se escude en la crisis" para justificar que su departamento no hace encargos, puesto que existen "fórmulas ingeniosas de pago" y "lo suficientemente flexibles" para satisfacer las necesidades de la Armada y evitar que Navantia tenga "pérdidas este año por subactividad".

En declaraciones a Europa Press, el presidente del comité de empresa del astillero de San Fernando y también del comité intercentros de Navantia, José Antonio Oliva (CCOO), ven positivo que el Gobierno "se ponga las pilas" en esa acción en el exterior para buscar contratos, ya que el contacto "Armada a Armada, Gobierno a Gobierno" es "imprescindible y decisivo, por muy avanzadas que tengamos ofertas y competitivos que seamos con los precios".

No están de acuerdo, sin embargo, con la argumentación de Morenés de que "no puede encargarse nada nuevo por la coyuntura económica actual y la disminución del presupuesto de Defensa", máxime cuando "se han dado de baja más de 35 buques de la Armada y tiene unas necesidades que cubrir".

Opina que "quizás el ministro no tiene todos los datos" en cuanto a las "fórmulas y mecanismos existentes" que permiten encargar a Navantia buques para Defensa "sin que suponga un lastre para los presupuestos del Ministerio, para los presupuestos del país, ni para aumentar el déficit".

En este sentido, explica que puede encargar un buque y, "dando sólo un diez por ciento del precio, nosotros podemos ponerlo en marcha" y establecer después "un plan de pagos lo suficientemente flexible para que empiece a pagarlo en unos años, incluso cuando veamos que estamos saliendo de la crisis".

Según Oliva, "sabemos perfectamente que solamente con los encargos de la Armada no podemos subsistir" y, por eso mismo, es "tan importante" buscar la internacionalización antes aludida. No obstante, si esos contratos no salen "hay que tener un plan B", que pasa por buscar "fórmulas ingeniosas de pago" que permitan "poner en marcha esos compromisos con la Armada como la segunda fase de los BAM, la modernización del grupo de combate o de la sexta fragata para los astilleros del norte".