Rafa Nadal ha logrado con comodidad su pase a los cuartos de final del Masters de Montecarlo sin desplegar su mejor juego ante el alemán Philipp Kohlschreiber (6-2 y 6-4). El balear basó su triunfo en el saque, que no perdió en todo el encuentro, y en su agresividad en el golpeo.

El plan de Nadal para desgastarse menos es ir al ataque y eso se notó en el primer set, donde realizó 13 golpes ganadores -acabó con 16-, una cifra alta para el propio Rafa y para ser un torneo en tierra. Esta modificación en su juego también le lleva a cometer más errores: 12 en el primer parcial y nueve en el segundo.

Kohlschreiber no inquietó nunca a Nadal, en un partido plano, como si los dos tenistas asumieran cada uno su rol y el futuro resultado final. A pesar de no ser su mejor día, el número 5 del mundo dejó dos detalles brillantes: un globo liftado, casi de espaldas, y el saque directo con el que acabó el encuentro. Fue el único que hizo, pero en el mejor momento.

Como en la manga inicial, Rafa no perdió su servicio ni concedió ninguna bola de break  en la continuación. Sin embargo, tal y como le ocurrió en su debut ante Matosevic, el arranque del segundo set se le atragantó. En esta fase, se le vio mal posicionado, muy lejos de la línea de fondo, y golpeando mal a la pelota, que muchas veces se le quedaba corta.

Se llegó al 3-3 y Nadal apretó un poco, justo en el instante apropiado. Aprovechó una bola de break y finiquitó el encuentro con un banana shot con su derecha -golpe paralelo en el que la pelota coge un efecto curvado hacia fuera y luego hacia dentro caer en la pista del contrario-. La moral de Philipp Kohlschreiber se vino abajo cuando vio botar la pelota y empezó a tirar todos su golpes a la red.

A pesar de que Nadal seguía sin pegar bien a la bola y sin conectar muchos tiros limpios cerró, en una hora y 20 minutos, su 44º triunfo consecutivo en el Masters de Montecarlo (46 de 47, en total).

Rafa Nadal se enfrentará este viernes en los cuartos de final a Grigor Dimitrov, que ganó al también alemán Florian Mayer por el mismo marcador de 6-2 y 6-4.

El tenista búlgaro, de 21 años, es una de las promesas del futuro. Conocido como Baby Federer, es un jugador de talento que pega el revés a una mano como el suizo. Como júnior ganó en 2008 Wimbledon y el US Open. Es un tenista que prefiere las pistas rápidas.

La gran sorpresa de la jornada fue la eliminación del británico Andy Murray ante Stanislas Wawrinka. La derrota del número 2 del mundo, que se mostró indolente, no fue tan extraña como el 6-1 y 6-2 que le metió el suizo en 58 minutos, que allana el camino de Nadal hacia su noveno título en Montecarlo. Wawrinka se enfrentará ahora a Jo-Wilfred Tsonga. De aquí saldrá el posible rival de Rafa Nadal en semifinales, en caso de que el manacorí supere a Dimitrov.

También ha destacado el triunfo del italiano Fognini (32 del mundo) sobre el Top Ten Tomas Berdych (6-4 y 6-2).