Científicos del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER) y del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) se encuentran en Cabo Verde desde el pasado martes materializando una nueva misión científica que tiene por objeto el fortalecimiento del programa de vigilancia volcánica multidisciplinar del volcán Pico do Fogo, un estratovolcán de 2.829 metros de altura situado en la isla de Fogo, Cabo Verde.

Esta actividad se enmarca dentro del proyecto Makavol y en el marco de un convenio de cooperación científica entre el Cabildo de Tenerife y la Universidade de Cabo Verde (Uni-CV) para el periodo 2011-2014. Este convenio está promovido por el área insular de Acción Exterior para fortalecer las capacidades de I+D de la joven universidad caboverdiana.

El ITER, junto con sus socios caboverdianos del proyecto Makavol —Universidade de Cabo Verde, Laboratório de Engenharia Civil de Cabo Verde y Serviço Nacional de Protecçao Civil de Cabo Verde— tiene previsto durante este mes de abril materializar varios objetivos. Entre ellos se encuentran el de instalar una red GPS instrumental permanente, compuesta por cuatro estaciones GPS, así como una estación geoquímica permanente.

Con la puesta en marcha de esta instrumentación permanente adicional se proporciona un enfoque multidisciplinar a la vigilancia del volcán Pico do Fogo con la finalidad de prestar atención a las principales variables de un programa de vigilancia volcánica (sismicidad, deformación y gases).

En febrero de 2012 se instalaba una red símica permanente, compuesta por seis estaciones, para la vigilancia del volcán Pico do Fogo. En la puesta en marcha de esta red se contó para con el asesoramiento científico, el apoyo y la colaboración de expertos en sismología volcánica del Instituto Andaluz de Geofísica (IAG), organismo dependiente de la Universidad de Granada.

Los trabajos de investigación para la vigilancia volcánica no sólo se ejecutan a través de redes instrumentales permanentes, capaces de registrar las 24 horas del día y los 365 días al año, también a través de la materialización de campañas científicas periódicas para el registro de parámetros de interés para la vigilancia volcánica que no se pueden obtener a través de redes instrumentales permanentes.

En el caso del volcán Pico do Fogo, el ITER y sus socios caboverdianos realizan desde el año 2008 campañas científicas periódicas con la finalidad de evaluar la evolución temporal de la emisión de dióxido de carbono (CO2) y sulfuro de hidrógeno (H2S) así como el flujo de calor por el cráter del volcán.

Con la puesta en marcha de esta red, así como con la materialización de las campañas científicas, se cumplimenta una de las acciones recomendadas para la reducción del riesgo volcánico por parte de la Asociación Internacional de Volcanología y Química del Interior de la Tierra (IAVCEI) y la Organización de las Naciones Unidas para el desarrollo de la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).