La Guardia Civil detiene a una santera en Tenerife por el sacrificio de animales y la profanación de cadáveres

La Guardia Civil del Puesto de Icod de los Vinos (Tenerife) ha imputado a una mujer de 40 años de edad como presunta autora de un delito de maltrato animal y otro de profanación cadáveres, al actuar como maestra de ceremonias en rituales que incluían cánticos en un altar decorado con animales muertos y huesos profanados de cementerios.
Imagen del altar
Imagen del altar
GUARDIA CIVIL
Imagen del altar

La Guardia Civil del Puesto de Icod de los Vinos (Tenerife) ha imputado a una mujer de 40 años de edad como presunta autora de un delito de maltrato animal y otro de profanación cadáveres, al actuar como maestra de ceremonias en rituales que incluían cánticos en un altar decorado con animales muertos y huesos profanados de cementerios.

Los hechos se iniciaron el pasado diciembre a raíz de una denuncia en la que se manifestaba que en una finca de barrio Redondo, en Icod de los Vinos, se venían celebrando con relativa asiduidad, principalmente en horas nocturnas y fines de semana, rituales de santería en los que se maltrataban animales.

La mujer actuaba como maestra de ceremonias en 'misas' relacionadas con la santería que consistían en ritos con cánticos en los que los nuevos adeptos eran cortados superficialmente con machetes y su sangre derramada sobre un altar en el que se disponían cabezas de diversos animales, vasijas con restos de huesos, flores y otros efectos.

A estos adeptos se les hacía beber gran cantidad de alcohol, fumar puros, matar aves y hasta algún carnero. El altar era decorado con restos óseos humanos, supuestamente "para la protección de los espíritus", los cuales habían sido profanados del cementerio de Santa Lastenia, en Santa Cruz de Tenerife.

Los gastos de dichas ceremonias eran sufragados por los nuevos adeptos, quienes habían de pagar entre 600 y 700 euros en efectivo para su celebración, sufragando también parte de los gastos de los animales que se iban a sacrificar en una ceremonia conocida como "rayamiento".

Cada 'misa' celebrada con anterioridad o posterioridad a las ceremonias, así como los complementos que debían adquirir los adeptos (cuencos de barro con un supuesto espíritu protector), eran cobrados a los asistentes en cantidades elevadas (alrededor de los 300 euros).

Sacrificio de animales

Ante los hechos expresados en la denuncia, la Guardia Civil dispuso un operativo que, en diferentes fines de semana y horario nocturno, fue testigo de cómo tenían lugar las ceremonias y de cómo durante las mismas eran sacrificados animales como cabras, gallinas y palomas.

Los agentes también tomaron fotografías del interior del cuarto de aperos en el que se celebraban las 'misas', donde se pueden observar restos de animales junto a una especie de altar, así como otros detalles descritos en la manifestación. En una de las imágenes se puede observar incluso la piel de un reptil de considerable tamaño colgando sobre éste, probablemente una serpiente pitón.

Los hechos fueron puestos en conocimiento de la Autoridad Judicial, a la que se le solicitó, en base a lo instruido, un mandamiento de entrada y registro. Durante el transcurso del servicio, la Guardia Civil intervino diversos efectos, entre los cuales se hallaban algunos restos óseos que el médico forense aproximó a restos humano, así como la piel del reptil, machetes del tipo 'kukris' con restos de sangre, plumas, cuchillos, hachas y diversa documentación.

En el interior de un cuarto de aperos anexo a la vivienda fueron halladas cabezas de animales, supuestamente de cabras, baifos, conejos, así como restos de otros reptiles, diversas vasijas con amuletos y huesos de animales, etcétera, todo ello junto a una especie de altar idéntico al descrito por el compareciente. Los restos óseos encontrados quedaron bajo la custodia del médico forense para su análisis al instituto de Medicina Legal, área de antropología forense.

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