La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a dos años de cárcel a un octogenario por abusar sexualmente de la hijastra de su hijo y le ha prohibido comunicarse con su víctima por cualquier procedimiento durante cinco años.

Según la sentencia, entre finales de diciembre de 2010 y principios de enero del año siguiente, Antonio P.C., que tenía 80 años cuando ocurrieron los hechos, se quedaba al cuidado de una niña de ocho años, nacida en China, e hija de la compañera sentimental de su hijo.

Uno de esos días, "aprovechando que se encontraban solos en la vivienda y con un decidido ánimo lascivo, al menos en una ocasión le tocó en la zona de los genitales".

El hijo del acusado lo denunció al Servicio de Atención a la Familia de la Policía Nacional, mientras que el octogenario negó los hechos durante el juicio.

Aunque el padrastro de la menor no se creyó en un primer momento la acusación, llamó a una de sus hermanas, quien le confirmó que en el pasado el anciano ya había abusado de una de sus hijas.

De todos modos, la sentencia no lo tiene en cuenta porque el octogenario no tiene antecedentes, como tampoco que los abusos pudieran ser continuados, ya que no existe constancia.