Tres hombres han reconocido ante el tribunal de la Audiencia de Valencia que mataron a su camello en las inmediaciones de L'Oceanogràfic para robarle un kilo de cocaína. Uno de ellos ha confesado que disparó el arma, mientras que los otros dos han reconocido que estaban junto a él en el momento del incidente, como cómplices.

Inicialmente, el ministerio fiscal pedía para el autor material de los hechos una pena de 28 años y medio de cárcel, mientras que para los otros dos, solicitaba 24 y 26 años y medio. Sin embargo, ha rebajado la pena para los tres acusados al tener en cuenta la circunstancia atenuante de confesión y de reparación del daño, puesto que ya han indemnizado a la familia de la víctima.

Así, con la modificación, el ministerio público reclama una pena de nueve años y medio para el autor material por un delito de homicidio, otro de robo, contra la salud pública y tenencia ilícita de armas; y 12 y 12 años y medio para los otros dos procesados, en calidad de cómplices, por un delito de homicidio, otro contra la salud pública y uno más por robo. A uno de ellos también le imputa el de tenencia ilícita de armas.

Por su parte, las defensas, pese a que los acusados han reconocido su culpabilidad, han solicitado al tribunal que fije para sus clientes penas más bajas que las solicitadas por la Fiscalía. Así, reclaman seis años para el autor material; y otros cinco y medio y seis para los otros dos compañeros. Ahora, será la Audiencia la que fije definitivamente la condena.

Los tres acusados tan solo han querido responder a las preguntas formuladas por sus letrados. Así, el autor material, tras preguntarle si disparó el arma, ha contestado: "si"; mientras que los otros dos, tras interpelarles por si se encontraban en ese momento en el lugar de los hechos, han respondido: "si". Por su parte, los agentes de Policía que se encargaron de la investigación han ratificado sus informes policiales.

En septiembre de 2009

El incidente tuvo lugar el 17 de septiembre de 2009 en una calle poco transitada y cerca de L'Oceanogràfic. Al menos un año antes, la víctima suministraba a los acusados entre uno y tres kilos de cocaína cada dos semanas.

El día de los hechos, entre las 17.30 y las 18.30 horas, los acusados, quienes conocían que la víctima llevaba aproximadamente un kilo de cocaína que el día anterior había traído de Jaén, concertaron una cita con él en la calle Luis García Berlanga de la ciudad, con el objeto de quitarle la vida y robarle la droga.

Una vez allí, uno de los acusados se introdujo en el vehículo en el que estaba la víctima, se sentó en el asiento del copiloto y, sin que conste discusión alguna ni pelea previa, le disparó un tiro en la sien derecha. Esto le provocó la muerte. Seguidamente, se apoderó de la cocaína, volvió con los otros dos procesados que le esperaban, y se dieron a la fuga.