La Fiscalía de Granada ha mantenido este jueves su petición de 20 años de prisión para el único acusado del doble crimen del Camino de Purchil, en Granada capital, en la madrugada entre el 1 y el 2 de abril de 2009, por su "complicidad" en el asesinato de los dos jóvenes de etnia gitana que fueron encontrados maniatados en una ladera con dos disparos en la cabeza y con cocaína esparcida en sus cuerpos.

Para la representante del Ministerio Público, Raúl C.C., de 26 años, no fue el directo responsable de la muerte de J.F.C. y M.F.A., de 24 y 25 años respectivamente, ya que su papel se limitó a ser de "mera colaboración" con los "verdaderos asesinos", unos narcotraficantes colombianos que hicieron un "ajuste de cuentas" con los fallecidos "por un tema de drogas" y que no han sido identificados ni localizados.

En la lectura de su informe ha sostenido que las dos víctimas se dedicaban a actividades relacionadas con el tráfico de sustancias estupefacientes y se habían puesto de acuerdo con el procesado para "dar un palo" a los colombianos y robarles. "Sólo así se entiende que fueran a un lugar desierto, de noche, y que uno de ellos llevara un revólver y escondiera munición en su ropa interior", ha indicado la fiscal, para quien Raúl C.C. actuó "a dos bandas".

Por un lado, engañó a sus amigos con que iba a participar del golpe a los colombianos y, por otro, los "traicionó", poniéndose "de acuerdo" con los narcotraficantes para que éstos pudieran asesinar a los dos jóvenes que estaban dispuestos a robarles.

Las dos acusaciones particulares personadas, que representan a las familias de las víctimas, también han mantenido su petición de 20 años de prisión para el acusado por los mismos delitos, mientras que la defensa ha insistido en la libre absolución del acusado.

La sesión del juicio, que fue suspendido este miércoles por la ausencia del abogado defensor, que este jueves sí se ha presentado, ha servido además para la comparecencia de las forenses que practicaron la autopsia a las víctimas, que presentaban dos heridas de bala en la cabeza que les ocasionaron la "muerte instantánea" y que por sus características fueron propias de una "ejecución".

Las peritos han explicado que los dos jóvenes tenían una herida con arma tocante y otra también a corta distancia, pero probablemente producto de un disparo cuando el cuerpo ya estaba cayendo. Según los análisis realizados, los jóvenes murieron entre las 1,00 y 2,00 horas de la madrugada entre el 1 y el 2 de abril.

También los expertos que analizaron los perfiles genéticos en el coche del inculpado y en el de una de las víctimas han señalado que hallaron el mismo perfil "desconocido" en el primero de los vehículos y en los restos de una cinta americana con la que taparon los ojos de una de las víctimas.

Acusación de la fiscalía

Según consta en el escrito de acusación del Ministerio Público, los fallecidos, identificados como J.F.C. y M.F.A., se desenvolvían en ambientes de consumo y tráfico de estupefacientes, y en los años 2008 y 2009 habían contactado con traficantes de droga de origen colombiano, a los que en alguna ocasión habían conseguido robarles cocaína.

Ello originó que los colombianos decidieran acabar con su vida, "con el fin también de enviar un mensaje y evitar que terceras personas" les robaran de nuevo, según señala el fiscal.

El acusado Raúl C.C. también frecuentaba los mismos ambientes, y conocía a los dos jóvenes. Por ello, y al tener noticia de la intención de los colombianos, se puso en contacto con ellos y a cambio de recibir "una cantidad de cocaína o dinero" decidió facilitarles su "criminal propósito".

El plan que elaboraron consistía en que Raúl, con la excusa de realizar una operación de compra de droga a unos colombianos que venían de Madrid, conduciría a un lugar solitario a J.F.C. y M.F.A. para que los narcotraficantes acabaran con su vida.

Así, y de acuerdo con el plan convenido, sobre las 23,30 horas del día 1 de abril de 2009 Raúl condujo y acompañó a ambos por el Camino de Purchil de Granada a un camino de tierra paralelo al río. Al llegar a ese lugar, los narcotraficantes colombianos que no han sido identificados aparecieron y dispararon a quemarropa cuatro disparos en la cabeza de los dos jóvenes, dos a cada uno de ellos, causándoles la muerte. Asimismo, a modo de "mensaje" para las personas que se mueven en esos ambientes, espolvorearon 30 gramos de cocaína sobre el cadáver de uno de ellos.

La Fiscalía atribuye al único inculpado dos delitos de asesinato en concepto de cómplice por los que, además de 10 años de pena de cárcel por cada uno de los dos delitos —en total 20 años—, solicita el pago de indemnizaciones por valor de 236.000 euros, 100.000 a cada esposa de los fallecidos y el resto a sus padres.