Miles de niños madrileños van al colegio por rutas inseguras o estudian en entornos insanos

  • Vecinos y padres de alumnos alertan de decenas de centros educativos rodeados de vertederos, instalaciones eléctricas y carreteras con mucho tráfico.
  • El Ayuntamiento de Madrid prometió en 2008 que el 50% de los colegios (más de 200) tendrían el plan Camino Escolar Seguro, pero solo se ha implantado en 22.
  • Los padres del colegio Juan Zaragüeta (Hortaleza) piden mejoras por el riesgo de atropellos: "Tendrá que ocurrir una desgracia para que hagan algo".
La M-40, a su paso por el colegio público Juan Zaragüeta de Madrid, entre Hortaleza y Valdebebas.
La M-40, a su paso por el colegio público Juan Zaragüeta de Madrid, entre Hortaleza y Valdebebas.
JORGE PARÍS
La M-40, a su paso por el colegio público Juan Zaragüeta de Madrid, entre Hortaleza y Valdebebas.

"Hace años, cuando era niña, íbamos todos al colegio a pie y sin la compañía de nuestros padres. Ahora eso es impensable. No puedo dejar que mis hijos vengan solos a clase, el camino no es nada seguro". Así habla Susana, madre de dos alumnos del colegio público Juan Zaragüeta (en Hortaleza). El centro escolar está encajonado entre carreteras de alta densidad de tráfico (la M-40 y la M-11), en mitad de un polígono industrial y aislado por las vías del Cercanías. Pero no solo eso. Además, sus 450 alumnos soportan el ruido del tren y los coches, el polvo de una cementera situada a 10 metros y la insalubridad de un solar olvidado por el Ayuntamiento. "Tenemos todos los males. Tendrá que ocurrir alguna desgracia para que hagan algo", lamenta José Manuel Colodras, presidente de la Asociación de Madres y Padres (AMPA) del Juan Zaragüeta.

Este centro educativo es solo uno más entre las decenas de colegios de la región que están situados en entornos insalubres o peligrosos para los desplazamientos a pie, según denuncian asociaciones de padres de alumnos y grupos vecinales. El propio Ayuntamiento de Madrid reconoció el problema hace años. En 2008, el entonces alcalde Alberto Ruiz-Gallardón, presentó el proyecto Camino Escolar Seguro, una iniciativa para "garantizar a los más pequeños una ruta segura desde su casa hasta el centro escolar".

En aquel momento, el Consistorio se marcó el objetivo de que "en 2012 cerca del 50% de los centros escolares de la ciudad" tuvieran un "entorno seguro en un radio aproximado de medio kilómetro". Este porcentaje equivaldría a algo más de 200 colegios. Sin embargo, un año después de que se haya cumplido el plazo, el proyecto solo está implantado en 22 centros de Infantil, Primaria o Secundaria (aproximadamente, el 5% de todos los centros públicos de la capital), según datos del área de Medio Ambiente y Movilidad.

La iniciativa consistía en realizar obras en las calles (ampliando aceras y poniendo vallas), disminuir la velocidad del tráfico en el entorno de colegios, aumentar la vigilancia policial y enseñar educación vial a los chavales. El Ayuntamiento no explica cuál es el motivo de que el proyecto se haya frenado y defiende otras medidas tomadas, como los controles de velocidad junto a las escuelas o la labor de los agentes tutores. Mientras, el presidente de la FAPA Giner de los Ríos, José Luis Pazos, cree que está "parado por razones presupuestarias, a pesar de que era un plan que no necesitaba demasiado dinero". En cualquier caso, "los padres estamos ahora más preocupados por los recortes en el sistema educativo que en el entorno de los colegios", señala Pazos.

Subestación eléctrica, vertederos, ruidos...

En otros centros escolares, les inquieta la existencia en sus cercanías de instalaciones que consideran "insanas" para los niños. Los padres del colegio Leonor del Álamo (en Valdemoro) se levantaron contra una subestación eléctrica situada a cien metros del centro. "Varios padres han observado que sus hijos tienen migrañas constantes y dolores de cabeza. Presentamos denuncias pero no las admitieron, porque no se llegó a comprobar que los problemas de salud estuvieran ocasionados por la subestación", explica Agustín Torre, miembro de la asociación creada contra la instalación eléctrica.

También ha habido quejas por la proximidad de antenas de telefonía móvil a varios colegios de Las Águilas (Usera). En cualquier caso, no hay informes concluyentes sobre la incidencia de estos dispositivos sobre la salud. El peligro para el rendimiento escolar de los alumnos está más claro en el caso del ruido. Un ejemplo es el colegio Lourdes, situado a escasos metros del Paseo de Extremadura (en Batán). El nivel sonoro provocado por el tráfico en esta carretera supera los 55 decibelios, a partir de los cuales el ruido es perjudicial para la salud. En el centro han tenido que tomar medidas para insonorizar las aulas.

Por su parte, en Colonia Marconi (Villaverde) protestan por "la presencia de prostitutas medio desnudas en el camino entre las casas y el colegio", señala Mabel Díaz, presidenta de la asociación de vecinos. "Tenemos que negociar con ellas para que no se pongan ahí en horario escolar. Normalmente, son comprensivas y se buscan otro lugar, pero cuando llegan chicas nuevas hay que volver a explicárselo", apunta Díaz. Además, el grupo socialista municipal de Madrid denunció un vertedero ilegal de basuras y escombros junto al colegio Vasco Núñez de Balboa (Fuencarral), con el riesgo que conlleva para la seguridad de los pequeños.

En el resto de la región, los grandes ayuntamientos aseguran que trabajan para "mejorar la seguridad" de los escolares. En Móstoles se está implantando el programa Camino Escolar Seguro en siete colegios. En Fuenlabrada no tienen un proyecto como tal, pero sí han ensanchado aceras cerca de escuelas y destinan allí a policías municipales. El Ayuntamiento de Leganés promovió un plan para limitar la circulación de vehículos privados en las inmediaciones de varios centros. También en San Sebastián de los Reyes se inició un proyecto similar.

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