Los cinco centros gallegos que imparten educación diferenciada por sexo, afectados por la anulación del concierto recurrirán la sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, según han confirmado fuentes de los colegios a Europa Press.

La sentencia del alto tribunal gallego, que estima un recurso del sindicato STEG, invalida los conciertos firmados por la Consellería de Educación con los colegios Montecastelo, Acacias y Aloya, de Vigo; y con los centros coruñeses de Montespiño y Peñaredonda. Todos ellos, a excepción del Aloya, pertenecen al grupo Fomento de Centros de Enseñanza, que tiene centros en toda España.

En el caso del Aloya, en el que se imparte educación diferenciada, para chicas, en ciclo de la ESO —también imparte FP, pero con alumnos y alumnas—, el centro se ha amparado en la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), actualmente en tramitación parlamentaria.

Así, sus responsables han señalado que dicha ley contempla que no constituye discriminación la admisión de alumnos o la organización de la enseñanza diferenciada por sexos "siempre que la enseñanza se desarrolle conforme a lo dispuesto por la Unesco".

En ese sentido, han subrayado que, según la norma, las familias, alumnos o centros con este modelo no pueden tener "un trato menos favorable ni una desventaja a la hora de suscribir conciertos". Asimismo, han recordado que este tipo de educación está expresamente recogida en la Ley General de Presupuestos de 2013.

Centros de fomento

Por otra, los centros pertenecientes a Fomento de Centros de Enseñanza, han confirmado que sus servicios jurídicos están estudiando la resolución del TSXG "con el ánimo de presentar recurso", y han admitido que el fallo les ha resultado "muy sorprendente", habida cuenta de que se está perfilando un nuevo marco normativo y de que "en próximos días saldrá una nueva orden de conciertos".

Según ha explicado el director del colegio Montecastelo de Vigo, José Manuel Rodríguez Lago, en declaraciones a Europa Press, si la sentencia del Tribunal se hace firme, se generaría "un serio problema" para estos centros, que tendrían que convertirse en colegios estrictamente privados "con todas las consecuencias" para las familias y los alumnos.

Rodríguez Lago ha defendido el modelo de enseñanza diferenciada por sexo que, a su juicio, "ha dado muy buenos resultados en el ámbito académico y de relaciones sociales", y ha recordado que las denuncias en contra de este sistema atentan contra la libertad de elección de los padres. "Es un derecho de las familias, no de los gobiernos ni de los sindicatos", ha apostillado, y ha insistido en que estos colegios tienen los mismos programas y métodos, por lo que "no hay nada que ver con la discriminación".

El director del Montecastelo, quien ha apelado al "sentido común", ha lamentado que, en esta cuestión, "se deja de lado la educación, y se mezcla con la ideología", al tiempo que ha recordado que "en todo el mundo hay dos modelos, el de la coeducación y el de la diferenciación, y no son excluyentes".