Borrell ve a la UE "casi al borde del abismo" y confía en que las elecciones en Alemania marquen "un cambio de ruta"

Invita a España a hacer "autocrítica" por "no haber sabido aprovechar las ventajas del euro" y haber abrazado un "modelo especulativo"
Josep Borrell
Josep Borrell
EUROPA PRESS
Josep Borrell

El expresidente del Parlamento europeo y exministro socialista Josep Borrell ha expuesto este viernes su "diagnóstico no muy alegre" de la situación que atraviesa actualmente la Unión Europea, que se encuentra, en su opinión, "casi al borde del abismo", con un modelo económico "imperfecto" que "no funciona en tiempos de crisis" y que "va a arrastrar a los países del sur a una situación compleja", si bien ha expresado su esperanza en que un posible "cambio de color político" en el Gobierno de Alemania tras las elecciones previstas para el próximo otoño puedan imprimir "un cambio de ruta" a la UE.

Borrell ha realizado estas consideraciones en Sevilla en el marco de una ponencia que, titulada '¿Por qué Europa y por qué la crisis?', ha pronunciado este viernes en la última sesión de las jornadas 'Los desafíos de la Unión Europea', que ha venido organizando el Parlamento andaluz desde este pasado mes de enero con la colaboración del Consejo Andaluz del Movimiento Europeo y el patrocinio de la Fundación Cajasol.

En su alocución, Borrell, que ha sido presentado por el rector de la Universidad Pablo de Olavide (UPO), Vicente Guzmán, ha criticado las políticas de austeridad, porque, en su opinión, "agravan el problema y no lo van a resolver", y, por ello, ha tachado de "un paso más hacia el abismo" el resultado de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la UE celebrada este jueves en Bruselas, ya que, a su juicio, los líderes europeos no pueden pensar que "la política que se hace actualmente es la buena y no hay porqué cambiarla".

No obstante, el expresidente del Parlamento europeo, que ha advertido de que Alemania sería el país que "más perdería" con una hipotética ruptura del euro, ha subrayado que "no existe una crisis del euro", sino una crisis en determinados Estados, entre los que incluye a España, derivada de "problemas de endeudamiento, pérdida de competitividad y de soberanía monetaria".

"El euro no está en crisis, es una moneda demasiado fuerte", ha aseverado el exministro socialista, que durante su intervención ha evocado las cinco razones que, en su opinión, motivaron la construcción de la UE.

Así, ha citado la "memoria de la Segunda Guerra Mundial", la "amenaza soviética" de los tiempos de la Guerra Fría, la "rehabilitación" de Alemania para lograr su reunificación y la caída del muro de Berlín como cuatro grandes factores que, a su juicio, impulsaron a los países europeos a buscar fórmulas para unirse pero que, actualmente, han quedado "caducados por la Historia".

Junto a ellos ha citado una quinta razón que, a su juicio, también estuvo tras el origen de la UE pero que aún tiene vigencia en la actualidad, y es la necesidad de "hacer frente a la globalización", ya que, según ha señalado, el actual "mundo global" requiere unión entre los Estados europeos, que "pronto serán superados por países continentes como China, Brasil o India", para "preservar el modelo europeo de paz y seguridad".

En ese sentido, Borrell ha querido proyectar una "luz de esperanza", ya que, en su opinión, en la actualidad "echar marcha atrás" en el proyecto europeo "resulta muy caro" y "avanzar requiere más integración".

"raíces" de la crisis

De igual modo, Borrell ha repasado las que, a su juicio, han sido las "raíces" que han originado la actual crisis europea, empezando por los "fallos" que, en su opinión, ha demostrado tener el Pacto de Estabilidad, que "perdió toda credibilidad desde el momento en el que quienes primero lo incumplieron fueron los alemanes y los franceses", quienes, además, según ha apostillado, tuvieron "la suficiente fuerza para impedir que se les aplicaran las sanciones que ellos mismos habían diseñado pensando que se les iban a aplicar a otros".

Además, ha señalado que, "al contrario de lo que creen los alemanes, no todos los problemas son fiscales", y la crisis no se ha originado porque "los países del sur no han controlado sus deudas". De hecho, ha agregado, "en España ha sido la crisis la que ha creado el déficit", porque "antes de ella atravesaba una mejor situación que Alemania", con superávit y una deuda que "representaba el 40 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB).

Igualmente, el expresidente de la Eurocámara se ha referido también, para explicar la actual situación, a la inexistencia de "mecanismos" que sirvieran para afrontar una crisis que, según ha opinado, "se suponía que no podía ocurrir porque el Pacto de Estabilidad vigilaba a los gobiernos y el mercado al sector privado", lo que motivó que "cuando estalló la crisis no se sabía qué hacer".

Junto a estos factores ha citado otros como la "fuerte interdependencia entre países", la falta tanto de crédito por parte de unos bancos "demasiado endeudados" como de "un prestamista en última instancia" —ya que el Banco Central Europeo (BCE) "no tiene ese poder"—, además de la existencia de una "espiral recesiva", plasmada en un "ciclo vicioso" de "políticas de austeridad que conllevan recesión que, a su vez, se quiere atajar con más austeridad".

AUTOCRÍTICA

Pese a todo ello, Borrell ha querido concluir su intervención lanzando una invitación a las autoridades españoles a hacer un ejercicio de "autocrítica", ya que, a su juicio, los españoles "no han sabido aprovechar las ventajas que el euro les dio", ya que, en vez de crear "una economía productiva", el país se embarcó "en un modelo especulativo" que ahora, ha precisado, "hay que corregir".

"La factura hay que pagarla, el problema es quién la paga", ha apostillado el expresidente del Parlamento europeo, para quien no hay duda de que deben ser los "gobiernos" quienes asuman esa "responsabilidad".

"crisis de confianza" en la ue

La intervención de Borrell ha estado precedida de una mesa redonda que, bajo el título 'El papel de la Unión Europea en respuesta a la crisis', ha reunido a los eurodiputados Teresa Jiménez-Becerril, del Partido Popular Europeo; Luis Yáñez, del Grupo Socialista, y Willy Meyer, del Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria.

Los tres han coincidido en reconocer la existencia de una "crisis de confianza" entre la ciudadanía respecto a la UE, que Jiménez Becerril y Yáñez han atribuido, en parte, a los propios gobiernos de los países miembros, que "no saben vender bien Europa" y "sólo muestran lo peor de ella", según la representante 'popular', y que "tienen la manía de echarle la culpa de todo lo que pasa a la UE", según ha apostillado Yáñez.

Por su parte, Meyer ha achacado la crisis del europeísmo a los efectos del "azote" que, en su opinión, están sufriendo los ciudadanos de la UE como consecuencia de la "orientación económica, política y social" que, según ha subrayado, está instalada en Europa "desde el Tratado de Maastrich de 1992".

Frente a las posturas de la eurodiputada 'popular' y su homólogo socialista, que, para contrarrestar esa "crisis de confianza", han abogado por reivindicar aquellas decisiones de la UE más "positivas" para los ciudadanos, el representante de IU ha llamado a la "rebelión" contra esta realidad y a conformar una "respuesta alternativa" en las próximas elecciones al Parlamento europeo de 2014 que derive en un "proceso constituyente" de la Unión.

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