El funeral del ministro libanés asesinado se convierte en un acto contra la influencia de Siria en el país

La esposa de Pierre Gemayel (der.), el ministro Marwan Hamadeh (c), y familiares durante el funeral. (Nabil Mounzer / EFE)
La esposa de Pierre Gemayel (der.), el ministro Marwan Hamadeh (c), y familiares durante el funeral. (Nabil Mounzer / EFE)
Nabil Mounzer / EFE
La esposa de Pierre Gemayel (der.), el ministro Marwan Hamadeh (c), y familiares durante el funeral. (Nabil Mounzer / EFE)

El funeral celebrado anteayer por el ministro libanés de Industria, el cristiano Pierre Gemayel, asesinado el pasado martes, se convirtió en una manifestación política donde se criticó con dureza a la oposición libanesa pro siria y al presidente del país, Emile Lahud, también cristiano, que no asistió.

El asesinato de Pierre Gemayel ha agudizado aún más la crisis política libanesa, que mantiene paralizado el país debido a la división de las fuerzas políticas en dos vertientes que parecen irreconciliables, pro y anti-sirios.

Una marea humana se congregó en el centro de Beirut para despedir a Gemayel.

Desde temprano, centenares de miles de personas habían comenzado a congregarse en la Plaza de los Mártires, también llamada "Plaza de la Intifada de la Independencia", y delante de la catedral de San Jorge, en medio de draconianas medidas de seguridad.

El ambiente patriótico, con banderas libanesas ondeando sin cesar entre cientos de miles de personas, recordaba al vivido en febrero del 2005 en los funerales del ex primer ministro Rafic Hariri, también asesinado con una bomba.

Somos rehenes de Israel, Siria e Irán

La entrada a la catedral sólo estaba permitida a sus familiares y los responsables locales e internacionales, entre estos últimos el ministro francés de Asuntos Exteriores, Philippe Douste-Blazy, el secretario general de la Liga Árabe, Amr Musa, además de embajadores y dignatarios religiosos de todas las comunidades.

El féretro de Gemayel fue traído en brazos desde la sede de los Kataeb (falange) en Saifi, en el centro de la ciudad, hasta la catedral.

Iba envuelto con la bandera libanesa y la de su partido, las Kataeb (Falanges), de inspiración derechista y cristiana.

A medida que el féretro avanzaba se iban oyendo insultos y gritos contra Siria, mientras los presentes portaban pancartas con el lema "Siria, basta de matar al régimen" (libanés), "Somos rehenes de Israel, Siria e Irán" y una foto del presidente sirio, Bachar Al Asar, con el lema "Nos empuja hacia una guerra civil".

"Segunda intifada"

En su alocución, el padre del difunto, el ex presidente libanés Amin Geyamel, declaró que "la muerte de Rafik Hariri prendió la mecha de la intifada y hoy afirmamos que la segunda ha comenzado y que no cesará hasta llegar a la verdad a través de un cambio total, comenzando por la cabeza, es decir, por la elección de un nuevo presidente".

También habló de su hijo, del que dijo que tenía "un corazón de niño."

"La sangre de Pierre está con nosotros, así como su espíritu, que constituye nuestro oxígeno y fortalece nuestra voluntad", dijo Amin Geyamel.

Asistencia de la ONU

Se acusa de la muerte de Gemayel al régimen sirio, alegando que trata de impedir la creación de un tribunal internacional para juzgar a los autores del asesinato de Rafic Hariri y de las otras figuras libanesas muertas desde octubre del 2004.

El primer ministro libanés, Fuad Siniora, pidió asistencia técnica a la ONU para investigar el asesinato de su ministro de Industria, Pierre Gemayel.

La solicitud fue hecha a través de una carta enviada al secretario general, Kofi Annan, en la que pide que la Comisión Investigadora de la ONU se ocupe del caso de Gemayel, de 34 años, que se destacó por su postura crítica a la influencia de Siria en el Líbano y que fue asesinado a balazos el martes en el norte de Beirut.

La Comisión investigadora de la ONU, encabezada por el magistrado belga Serge Brammertz, ya investiga el atentado que costó la vida al ex primer ministro libanés Rafik Hariri y a 22 personas más en febrero del 2005.

En su último informe, concluyó que el atentado contra Hariri está relacionado con otros asesinatos políticos perpetrados en el Líbano desde octubre de 2004.

Annan ya ha transmitido al presidente del Consejo de Seguridad de la ONU, el embajador peruano Jorge Voto-Bernales, la petición de Siniora para "que tome la acción apropiada".

La ampliación de la investigación deberá ser autorizada por los quince miembros de este órgano de la ONU mediante una resolución.

El asesinato de Gemayel se produjo cuando el Consejo de Seguridad debatía la aprobación de la creación de un tribunal especial para juzgar a los sospechosos de haber participado en el asesinato de Hariri.

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