Agentes de la Guardia Civil han detenido en Priego de Córdoba a un matrimonio, vecinos de dicha localidad cordobesa, ambos de 26 años de edad, como presuntos autores de un delito contra la intimidad y el derecho a la propia imagen y otro de usurpación de estado civil, por colgar en páginas de Internet anuncios de contenido sexual, en los que se incluían datos personales de una mujer, víctima de los hechos.

Según informa la Benemérita en una nota, el suceso fue denunciado en noviembre, cuando autores desconocidos tras abrir una cuenta de correo electrónico utilizando para ello el nombre y demás datos de la víctima, habían publicado en numerosas páginas de uso público de Internet anuncios de carácter sexual en los que se ofrecían los servicios de la denunciante a cambio de dinero.

Asimismo, en los citados anuncios se estaban incluyendo datos personales de la denunciante, entre otros el nombre, teléfono y su dirección en Facebook, así como varias fotografías de la denunciante formando parte de un reportaje en el cual se mezclaban fotografías auténticas con otras de procedencia indeterminada, en las que se apreciaban partes semidesnudas del cuerpo.

Tras investigar y comprobar los hechos denunciados, la Guardia Civil puso en marcha los dispositivos que permitieron localizar el equipo y la ubicación desde donde se había habían abierto el correo electrónico, así como desde donde se habían insertado cada uno de los anuncios en las diferentes páginas web.

Ante ello, los agentes efectuaron gestiones para identificar a los usuarios reales de aquel equipo informático, que permitieron saber que era habitualmente utilizado por un matrimonio, ambos de 26 años de edad, y vecinos de Priego, quienes tras identificarlos y con los indicios suficientes, fueron detenidos y puestos a disposición de la Autoridad Judicial en fechas recientes, como presuntos autores de dos delitos, un delito contra la intimidad y el derecho a la propia imagen y otro delito de usurpación de estado civil. Uno de los dos detenidos en su manifestación ante la Guardia Civil reconoció ser la autora de los hechos investigados.