Casi 500.000 madrileños soportan en sus viviendas un exceso de ruido por bares, tráfico o trenes

  • Son los afectados de toda la región reconocidos en los mapas acústicos que realizan el Ministerio de Fomento, el Ayuntamiento de Madrid y el aeropuerto.
  • En la capital hay 43 zonas que superan los 55 decibelios, sobre todo en Centro y avenida de Andalucía; en el resto de la región, el ruido es intenso en la A-2 y la A-6.
  • Fomento y el Ayuntamiento colocan pantallas antirruido, pero vecinos y expertos creen que la única solución es soterrar autovías y reducir la velocidad.
  • Los vecinos del barrio de Batán viven sitiados por la autovía y el metro.
Coches pasando a escasos dos metros de las viviendas del Paseo de Extremadura (Madrid).
Coches pasando a escasos dos metros de las viviendas del Paseo de Extremadura (Madrid).
JORGE PARÍS
Coches pasando a escasos dos metros de las viviendas del Paseo de Extremadura (Madrid).

Unos se despiertan con el ruido del atasco metido en sus habitaciones. Otros se acuestan con el murmullo de los clientes de locales de ocio apostados debajo de sus ventanas. Y otros conviven a todas horas con el chirrido de los trenes sobre las vías del ferrocarril. En toda la región de Madrid, hay un total de 482.545 personas (el 7,4% de la población total) que soportan en sus propias casas ruidos excesivos procedentes de carreteras, trenes, tráfico urbano, zonas de ocio o aviones de Barajas.

Esta cifra es la suma resultante de los afectados reconocidos en los mapas acústicos realizados por el Ministerio de Fomento (que gestiona autovías y líneas de ferrocarril), por el Ayuntamiento de Madrid (relativo al tráfico urbano y áreas de ocio nocturno) y por la entidad aeroportuaria AENA (gestora del aeródromo de Barajas). Todos ellos soportan más de 65 decibelios en horario diurno y más de 55 decibelios por la noche, los niveles sonoros a partir de los cuales el ruido es perjudicial para la salud, según recoge el Real Decreto de 2007 que desarrolla la Ley de Ruido. Estas personas pueden llegar a desarrollar estrés, depresión, dificultades de atención o hasta problemas cardiovasculares, según María Ángeles López Lax, abogada y secretaria legal de la Asociación de Afectados por el Ruido.

En la capital hay 233.645 habitantes viviendo en entornos ruidosos, según el recuento oficial incluido en el Plan de Acción en Materia de Contaminación Acústica, elaborado por el área municipal de Medio Ambiente. Este documento detecta 43 "zonas de conflicto en las que se superan los objetivos de calidad acústica" e identifica como molestos los ruidos procedentes del tráfico, de áreas ferroviarias, del aeropuerto y del vecindario (cargas y descargas, ocio nocturno y tránsito peatonal).

La zona con más molestias es el distrito Centro, donde se reconoce a 31.399 vecinos afectados. Allí convergen los problemas causados por la afluencia de coches, la estrechez de las calles y el tránsito de personas que acuden a comprar, trabajar o divertirse. Precisamente, el Ayuntamiento declaró este área como Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE), según la cual se prohíbe la instalación de nuevos bares de copas, se limitan los músicos callejeros y se controla más el estacionamiento de vehículos.

Encajonados por carreteras ruidosas

También viven atronados por el ruido los 27.965 vecinos de Villaverde que están encajonados entre la M-40, las vías de la C-4 de Cercanías, los polígonos industriales y la Gran Vía de Villaverde. Por si fuera poco, el barrio está atravesado de norte a sur por la avenida de Andalucía, que actúa de continuación de la A-4 y soporta el paso de 50.000 vehículos diarios. Allí se intentó calmar el tráfico con semáforos, radares y limitaciones de velocidad, pero los vecinos no notan apenas mejoría.

Otros focos de ruido intenso son Arganzuela (24.061 afectados por el tráfico urbano), Orcasitas (23.440 vecinos rodeados por la M-40 y la A-42), Vía Carpetana (10.579 residentes con aceras y calles estrechas) y M-30 Este (con 10.019 personas viviendo junto a sus ocho carriles). En los últimos años, el Ayuntamiento de la capital ha mitigado el ruido en otras zonas, principalmente al soterrar la M-30. Pero los vecinos quieren más medidas: "La actuación más urgente es la limitación de la velocidad en las vías rápidas y los soterramientos, como el de la M-40 entre Manoteras y Vallecas, que es una zona muy congestionada", según Vicente Pérez, responsable de Urbanismo de la Federación Regional de Vecinos de Madrid.

En el resto de la región, el Ministerio de Fomento reconoce a 205.700 afectados por las vías del tren o las autovías radiales. Gran parte de ellos residen en el entorno de la A-6 (42.400 personas entre Madrid y Torrelodones) y de la A-2 (33.700 vecinos pegados a la autovía, principalmente en el tramo que atraviesa Torrejón). Además, son molestas la C-5 del Cercanías, que parte por la mitad las ciudades del sur metropolitano (Móstoles, Leganés, Fuenlabrada y Alcorcón); y la C-2, que recorre el Corredor del Henares.

Otro foco acústico de primera magnitud es el aeropuerto de Barajas. Según los datos de Aena, los despegues y aterrizajes perjudican a 43.200 personas, pero los vecinos y la Asociación de Afectados por el Ruido elevan la cifra a 400.000. Un juez obligó a Aena a cambiar la configuración de sus operaciones aéreas para acabar con el estruendo en urbanizaciones de Algete, pero el organismo todavía no ha cesado los sobrevuelos en la zona.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento