La presión vecinal impide que se lleven a los menores valencianos obligados a ir a México

  • Cientos de personas se han apostado frente a la vivienda en la localidad valenciana de Alboraya para no dejar entrar a la Guardia Civil.
  • Dos sentencias dictadas en Valencia dicen que los niños deben volver al país del padre para establecer el régimen de visitas.
  • Los menores sienten “terror” y no quieren separarse de su madre.
Unas 300 personas se han congregado frente al domicilio de Isabel Monrós en Alboraya (Valencia) para impedir que la Guardia Civil se llevara a los niños.
Unas 300 personas se han congregado frente al domicilio de Isabel Monrós en Alboraya (Valencia) para impedir que la Guardia Civil se llevara a los niños.
JUAN CARLOS CÁRDENAS / EFE
Unas 300 personas se han congregado frente al domicilio de Isabel Monrós en Alboraya (Valencia) para impedir que la Guardia Civil se llevara a los niños.

La presión de centenares de vecinos que desde primera hora de este domingo se han apostado frente a la vivienda de Isabel Monrós en Alboraya (Valencia) ha impedido que la Guardia Civil se llevara a sus tres hijos, uno de 13 años y unos gemelos de 10, para que viajen con su padre a México, como dicta una orden judicial.

Tras más de seis horas de tensión a lo largo de la mañana, la concentración se ha disuelto, la Guardia Civil ha abandonado el edificio y los menores no han sido separados de su madre, quien ha denunciado que la orden es "una sentencia mal dictada" y ha pedido que "se escuche a los menores".

El abogado de Isabel, Ignacio Amat, ha explicado que han realizado una declaración ante la Guardia Civil y ésta va a realizar un informe sobre los sucedido, que confían que será "objetivo y profesional", y ha apuntado que hay informes médicos que reflejan "la fuerte oposición de los menores a ejecutar esa orden".

En esta línea, fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) han indicado que no ha habido “ninguna resolución de suspensión de la ejecución de sentencia” prevista para este domingo. Según estas fuentes, “la juez está a la espera de la entrega de un informe escrito sobre la incidencia que ha impedido la ejecución esta mañana por parte de la Guardia Civil”.

El letrado de la madre ha asegurado que van a poner todo en conocimiento de la Fiscalía de Menores para que actúe e "imponga medidas de protección" y ha agregado que seguirán "luchando".

Cambio de hora

Estaba previsto que la Guardia Civil recogiera a los menores del domicilio de su madre este mediodía, en el número 22 de la avenida Ausiàs Marcha de Alboraya, pero a última hora de anoche hubo un cambio y les anunciaron que irían a primera hora.

Los vecinos, conocedores del cambio, se convocaron a través del móvil y las redes sociales y se han concentrado frente al portal desde las 7:00 horas, como ha explicado una amiga de la madre, María Vermell, que ha relatado cómo Isabel le ha llamado "llorando" para pedirle "ayuda" porque sus hijos "estaban muy mal".

Mientras un cordón de agentes impedía la entrada del gentío al patio, que ha sufrido la rotura de un cristal, las horas han transcurrido tensas en la calle, con insultos al padre, Joaquín Escolano, que se encontraba también dentro del edificio, y gritos de "si eres tan buen padre, déjalos aquí".

En el interior del edificio también se vivía tensión mientras familiares y abogados de la madre trataban de negociar con el padre, quien se ha negado a tener ninguna conversación con ellos, según han explicado a los medios.

Aunque Escolano se ha negado también a hablar con los medios, su abogado, Javier Cuesta, ha asegurado que estaba pasando "las peores horas de su vida" y ha pedido "respeto a las resoluciones judiciales" y que no se monte "un circo mediático" por el bien de los menores.

Ha asegurado que no quieren entrar "en un debate público mientras los menores estén en el foco de atención" y ha agregado que cuando los tres niños "no estén en medio", "hablarán" para defenderse de las acusaciones de malos tratos y dar su versión de la situación.

El padre se marcha

El abogado de Isabel Monrós, Ignacio Amat, ha explicado que la Guardia Civil ha negociado con Escolano para que se marchara y finalmente, pasadas las 13.00 horas ha abandonado el edificio junto a su abogado, escoltado por agentes y ante los gritos e insultos de los vecinos que estaban en la calle.

El abuelo de los menores y padre de Isabel, Luis Armando Monrós, con lágrimas en los ojos y sensiblemente emocionado ha explicado que han pasado unos días "muy malos", sobre todo "por los niños", que ha insistido, tienen "terror" y "no quieren ir con su padre", quien les "duchaba con agua fría" y les "limpiaba la boca con estropajo y jabón cuando decían alguna palabra que no le gustara".

Así lo ha recordado también uno de los menores, que a través de un móvil ampliado por un megáfono se ha dirigido a los vecinos y ha asegurado que no quiere "moverse del lado de su madre".

Al rato de irse su ex marido, Isabel ha bajado a la calle y alentada por los aplausos de apoyo, ha agradecido a vecinos y medios de comunicación el "apoyo" recibido desde primera hora y, aunque se ha mostrado convencida de que "esto no acaba aquí", ha asegurado que seguirá luchando y confía en contar con el apoyo de todos.

Isabel Monrós ha reclamado a la justicia que "esta vez sí se lea el informe" que va a elaborar la Guardia Civil y ha lamentado que "no se haya leído" los informes psicológicos sobre los menores, quienes "se encontraban más tranquilos" al final de todo el episodio, según su madre.

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