El Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, considera que los políticos deben tener "mucho más en cuenta lo que les dice la gente" porque, en su defecto, hay un "riesgo potente" de que aparezcan los "populistas" y de que la "democracia empiece a zozobrar" y el sistema "se resquebraje".

En una entrevista concedida a Europa Press con motivo de la publicación de su libro 'Quién ha dicho que vivir sea fácil' (Espasa), Chamizo ha señalado que corremos el "riesgo de que aparezcan líderes salvadores de todo y el sistema se resquebraje". "Eso sí sería grave", advierte el Defensor, que considera que la situación sería "muy parecida" a la que ocurre en Italia.

En el prólogo de ese libro, escrito por Juan José Téllez, Chamizo afirma que la Transición "se hizo bien" y que en aquel momento "fue la gente la que marcó el camino a los partidos y no los políticos a la gente" y considera que hoy nuevamente "empieza a ocurrir" eso.

Así, señala que "lo importante" es que los partidos tengan presente que "ellos están al servicio de la ciudadanía" y que, frente a su "alejamiento de la sociedad" realicen un "planteamiento muy serio de cara al futuro sobre cómo abordar la acción política".

Sus críticas no se centran en los representantes políticos "uno a uno", que son "necesarios" y "la mayoría gente que trabaja por los demás", sino que, a su juicio, "lo más complicado" son las estructuras partidarias que "a veces asfixian la creatividad de muchos de sus miembros". "Si se dan cuenta de la situación podríamos reorientar el sistema democrático, aunque parezca un tópico, hacia una democracia más participativa", añade.

De acuerdo a sus vivencias, la corrupción es uno de los problemas que aleja a los ciudadanos de la vida política y, aunque éste no es uno de los principales temas a los que dedica su tarea el defensor, sí ve que los ciudadanos, a través de las quejas que le envían, considera la corrupción "como una agresión personal".

"Se percibe porque los ciudadanos lo están pasando muy mal y los escritos que nos mandan en situaciones desesperantes insisten en que 'hay que ver como estoy yo y lo que hace la gente a la que elegimos'", denuncia.

Preguntado por sus declaraciones en el Parlamento andaluz en las que afirmó que la gente estaba "hasta el gorro" de los políticos, asegura que en aquel momento notó la "perplejidad" de quienes le escuchaban, "como pensando '¿cómo te atreves a decir esto?". "Y yo, lo único que decía, desde la humildad absoluta, sin pretensiones, desde el cargo que ocupo, era que tuvieran cuidado, que el panorama de la gente hacia ellos era bastante complicado y las encuestas me dan la razón", señala.

En '¿Quién ha dicho que vivir sea fácil?', cuyos beneficios irán destinados a obras de carácter social, Chamizo, Defensor del Pueblo Andaluz desde 1996, narra en primera persona los momentos vividos luchando contra la exclusión o intentando ayudar a quien acudió a su puerta pidiendo auxilio. Por las páginas de la obra desfilan madres de toxicómanos, desahuciados, menores o familias con algún enfermo psíquico en casa.

Pero como si se tratara de una fábula, en su epílogo también puede entreverse una moraleja, la lucha para conseguir ser feliz y, en tono personal, apunta a que es su fe la que le hace "vivir con esperanza la capacidad de todos los hombres y mujeres para transformar la vida".