El grup de los Black Panthers desarticulado por los Mossos d'Esquadra en el área de Barcelona tenían una estructura mafiosa bajo la falsa apariencia de una banda juvenil, según los investigadores.

La estructura del grupo criminal, del que han detenido a 31 de sus miembros incluidos los cabecillas, estaba dividida en cinco bloques bajo las órdenes de la autoridad Máxima y de su mano derecha, Suprema. Se dedicaban sobre todo al tráfico de drogas, especialmente, marihuana, y de robos.

La disciplina que se imponía a sus miembros era estricta, según los Mossos, y la operación policial se precipitó para evitar el asesinato de un desertor de la banda de los Black Panthers.

Los Mossos d'Esquadra han realizado un operativo en el área metropolitana de Barcelona relacionado con la banda latina Black Panthers, según han informado fuentes policiales. En el dispositivo participaron más de 150 agentes, por lo que es la mayor operación policial contra este grupo en Catalunya y una de las más importantes a nivel estatal.

En el marco del dispositivo, se arrestaron a 31 personas y se imputaron a otras dos, aunque no se descartan nuevas detenciones en las próximas horas o días. Entre los arrestados, se encuentran los dos máximos líderes de la banda en el área metropolitana, ambos detenidos sus domicilios de Hospitalet de Llobregat y Esplugues.

En el operativo, que empezó a las seis de la mañana, se realizaron un total de 23 registros en Barcelona, Cornellà, L'Hospitalet de Llobregat, Esplugues de Llobregat, así como en Zaragoza, donde la Policía Nacional actuó a instancia de los Mossos.

Los Black Panther son una banda organizada jerárquicamente, integrada principalmente por jóvenes de origen dominicano y especializada en tráfico de drogas, especialmente marihuana. Es por ello que la policía atribuye a los detenidos los delitos de tráfico de drogas, retención ilegal, asociación ilícita y tentativa de homicidio.

El conseller de Interior, Ramon Espadaler, ha asegurado que se trata de una banda «agresiva y violenta». Es por ello que ha alabado el trabajo de los Mossos d'Esquadra, fruto de una larga investigación y de un operativo cuyo objetivo no era solo desarticular la cúpula de la banda sino también arrestar a la mayoría de sus integrantes.

En Cataluña las bandas juveniles violentas de raíz latina cuentan con unos 2.500 pandilleros y la policía teme que grupos como los Black Panther, con menos efectivos y menos conocidas que otros, estén mutando y empezando a profesionalizarse con el crimen organizado a través del tráfico de drogas y la extorsión.