Segundo día de protestas en Túnez, reprimidas con gases, por el asesinato del opositor Bel Aid

Amigos y familiares del líder de la oposición Chukri Bel Aid lloran junto a su ataúd.
Amigos y familiares del líder de la oposición Chukri Bel Aid lloran junto a su ataúd.
EFE
Amigos y familiares del líder de la oposición Chukri Bel Aid lloran junto a su ataúd.

La Policía tunecina ha dispersado este jueves con gases lacrimógenos a varios miles de personas que se habían concentrado por segundo día consecutivo frente a la sede del ministerio del Interior para pedir la renuncia del gobierno tras el asesinato del dirigente opositor Chukri Bel Aid. Los agentes lograron despejar la céntrica avenida Habib Burguiba, donde se encuentra la sede ministerial, y en la que numerosos comercios cerraron sus puertas por temor a los disturbios.

En Gafsa, la capital minera del sur del país, miles de personas llegadas de las localidades de Um Larais y Redeyes también se manifestaron para pedir la caída del Gobierno.  Tras un intento de asaltar el palacio de la Gobernación, estalló un enfrentamiento con las fuerzas antidisturbios, que han empleado gases lacrimógenos contra los participantes en la protesta. Efectivos del Ejército han comenzado a situarse en los edificios públicos y sedes institucionales. Además, se han registrado protestas en la ciudad costera de Susa.

Por otra parte, varios policías han irrumpido en la sede de la Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT) de Gafsa, en busca de manifestantes, y que han procedido a la detención de un numero indeterminado de ellos. La UGTT ha convocado una huelga general para este viernes, en coincidencia con el entierro de Bel Aid.

El Secretario general del sindicato, Husein al Abasi, aseguró que esta decisión se tomó tras estudiar "la senda peligrosa en la que ha entrado el país tras la muerte del activista político Chukri Bel Aid" y que, según dijo, amenaza con empujarlo hacia una "guerra civil".  Además de insistir en la condena del crimen, el sindicato advirtió de que la muerte de Bel Aid "abre la vía al asesinato de políticos en un intento de silenciar el espíritu civil libre".

Yabali, en el alero por anunciar un gobierno "tecnócrata"

El principal partido de la alianza gubernamental tunecina, Al Nahda, estudia además la opción de sustituir al primer ministro, Hamadi Yabali, después de que este prometiera la formación de un Gobierno tecnócrata, sin haberlo consultado con su partido y con el resto de socios del Gobierno.

El director del departamento de comunicación de Al Nahda, Faisal Naser, ha explicado que esta es una de las opciones que baraja el comité ejecutivo de la agrupación, que mantiene una reunión extraordinaria en la sede del partido, en Túnez capital. "¿Por qué vamos a destruir todo lo que se ha construido?", se preguntó Naser antes de indicar que la crisis y la tragedia por la muerte de Bel Aid no justificaban la decisión de Yabali.

El dirigente del partido también comentó que Al Nahda continúa en negociaciones con sus socios de gobierno para estudiar un posible cambio ministerial y subrayó que el máximo dirigente de la agrupación, Rachid Ganuchi, está abierto a la formación de un gobierno de unidad nacional.

Las declaraciones de Naser se producen poco después de que Abdelhamid Yalasi, vicepresidente del movimiento Al Nahda, principal fuerza del Gobierno tunecino, asegurase que "el movimiento Al Nahda no está de acuerdo con la postura tomada por el presidente del Gobierno", que pertenece al mismo partido.

Desde que comenzó la revolución que el 14 de enero de 2011 derrocó al presidente Zin El Abidín Ben Alí, en Túnez se han registrado episodios intermitentes de violencia contra políticos, sindicalistas, artistas y políticos. La oposición culpa de esos brotes de violencia a las denominadas Ligas para la Protección de la Revolución, grupos compuestos por salafistas y simpatizantes del partido gubernamental, el islamista Al Nahda.

Investigación "urgente e imparcial"

Amnistía Internacional (AI) ha exigido por su parte a las autoridades tunecinas una investigación "completa, urgente e imparcial" sobre el asesinato de Bel Aid, y ha advertido de que el Gobierno no debe "hacerse la ilusión" de que le basta con condenar el crimen "y seguir como si nada".

En un comunicado, Amnistía ha recordado que este crimen se ha producido "en un contexto de creciente polarización entre los partidos políticos en Túnez". "Varios miembros de la oposición han denunciado que han sido objeto de atentados por parte de individuos y que las autoridades no han hecho nada para protegerlos", prosigue el comunicado.

"En los últimos meses se han registrado numerosos incidentes violentos contra activistas políticos, sedes de partidos políticos y concentraciones, e incluso contra un mitin del pasado sábado al que había asistido Bel Aid", ha advertido AI. El propio líder asesinado "había informado de amenazas", ha añadido.

"Las autoridades tunecinas no deben hacerse la ilusión de que pueden condenar el asesinato y seguir como si nada", ha declarado la subdirectora para Oriente Próximo y Norte de África de Amnistía Internacional, Hassiba Hadj Sahraoui.

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