Aunque ayer se sentaron por segunda vez a negociar y llegaron a un principio de acuerdo, los trabajadores del servicio de recogida de basura de Sevilla han votado esta mañana seguir adelante con la huelga indefinida.

Hoy se cumple el décimo día y en las calles de la capital hispalense ya hay acumuladas más de 6.000 toneladas de residuos, por lo que el hedor ya se nota desde hace días. "Qué barbaridad. Esto no puede ser", decía una ciudadana que paseaba hoy por la calle Trajano del centro. Otra chica, que vive en Alvar Núñez, dice que "un día de estos una rata me va a dar los buenos días".

Muchos comerciantes han decidido no abrir sus negocios, ya que la basura hace impracticable el acceso. Otros se ven obligados a "recoger cada mañana con una pala las bolsas para poder abrir", explica un frutero de la avenida del Greco. "Tengo los contenedores justo delante del establecimiento y esto es una barbaridad", dice. "Estoy harto".

Asímismo, la plantilla de Lipasam ha rechazado el recorte salarial del 3,8% propuesto por la dirección de la empresa.

A la reunión, celebrada a las puertas de las instalaciones, estaban convocados alrededor de 1.300 empleados, operarios que han votado con la mano alzada a favor de seguir con el paro. Tras informar el comité de empresa de las últimas propuestas debatidas con el Ayuntamiento y la dirección de Lipasam, la plantilla ha rechazado las medidas con gritos de "huelga, huelga" y "fuera, fuera".

Por otro lado, la empresa ha aceptado la reivindicación sindical de mantener la jornada laboral en 37,5 horas semanales a razón de siete horas y media al día, y ha renunciado a su pretensión inicial de que hicieran siete horas y acumular la media hora restante para trabajar en días festivos.

El Ayuntamiento de Sevilla considera que el comité de empresa ha quedado "desacreditado" y acaba de anunciar que el gobierno local está preparando ya los trámites necesarios para una contratación externa de la recogida de los residuos a cuenta de la "gravedad" de la situación.