El acusado de matar al novio de su expareja en Vilafamés dice que solo quería asustarle

El acusado de matar al novio de su expareja tras pegarle un tiro en la localidad castellonense de Vilafamés ha declarado este lunes que sólo quería asustarle para que dejara de provocarle, pues "nunca he querido quitarle la vida a nadie", ha dicho durante la primera sesión del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia Provincial de Castellón por el crimen, ocurrido el 19 de junio de 2011.
El acusado, antes de declarar en la Audiencia de Castellón
El acusado, antes de declarar en la Audiencia de Castellón
EUROPA PRESS
El acusado, antes de declarar en la Audiencia de Castellón

El acusado de matar al novio de su expareja tras pegarle un tiro en la localidad castellonense de Vilafamés ha declarado este lunes que sólo quería asustarle para que dejara de provocarle, pues "nunca he querido quitarle la vida a nadie", ha dicho durante la primera sesión del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia Provincial de Castellón por el crimen, ocurrido el 19 de junio de 2011.

El fiscal solicita 20 años de prisión para el procesado por un delito de asesinato, mientras que la defensa ha calificado los hechos de homicidio, delito por el que ha pedido la absolución en caso de que se contemple la eximente de trastorno mental transitorio o, alternativamente, dos años y medio de cárcel si se considera que concurren los atenuantes de confesión y de obrar por un estímulo que haya provocado arrebato u obcecación.

Durante su declaración, el acusado ha indicado que los hechos sucedieron seis meses después de la separación de su compañera y que la relación con el nuevo novio de ella —la víctima— "no era ni buena ni mala", aunque sí ha reconocido que tuvo con éste un enfrentamiento anterior porque no podía ver a su hijo, lo que provocó un juicio de faltas.

Respecto al día de los hechos, el procesado ha señalado que, tras salir de trabajar, se desplazó desde Castellón a Vilafamés. Allí compró en un supermercado y, cuando salió y se dirigía en su vehículo a su casa, pasó por una plaza del pueblo donde se encontraba sentada en una terraza la víctima. Según ha explicado, en ese momento, el novio de su expareja le miró y le hizo una sonrisa "en plan de burla" y un gesto de "cuernos", lo que le provocó "angustia".

Seguidamente, el acusado se fue a su casa y cogió "el primer arma" que vio, que cargó con tres cartuchos y se metió en el bolsillo de la chaqueta más munición, "pues quería asustarle para que dejara de provocarme", ha indicado. Posteriormente, volvió a la plaza y, cuando vio que la víctima arrancaba el vehículo, lo embistió con el suyo.

El procesado, según ha declarado, salió del coche, cogió la escopeta, le quitó el seguro y apuntó con ella hacia la parte de abajo del asiento del copiloto del vehículo de la víctima y disparó, momento en que, de acuerdo con su declaración, el novio de su expareja saltó hacia ese asiento. "Si no se hubiera movido, creo que no le habría dado", ha aclarado el acusado, quien cree que a la víctima le hubiera dado tiempo de salir del vehículo desde el momento en que recibió el impacto de su coche y antes de dispararle.

Tenía puntería

Así mismo, ha indicado que, teniendo en cuenta que tenía puntería, pues era aficionado al tiro al plato y practicaba la caza, "si le hubiera querido dar muerte en el instante, le hubiera apuntado al pecho o a otra parte del cuerpo". Tras disparar, el acusado ha afirmado que comprobó que la víctima "se estaba muriendo", por lo que se asustó al darse cuenta de que había cometido una "imprudencia" y se dirigió al cuartel de la Guardia Civil para entregarse. Según ha dicho, "en ningún momento" había pensado en matarle. El juicio continuará este martes con la declaración de testigos.

Según el escrito de conclusiones provisionales del ministerio público, el acusado mantuvo una relación sentimental durante casi ocho años con una mujer que, a principios de 2011, decidió acabarla, una decisión que él no aceptó. Poco después, la mujer inició una nueva relación con otro hombre, al que el acusado "decidió matar".

Así, el 19 de junio de 2011 por la tarde, tras salir el acusado del trabajo conduciendo una furgoneta, vio que la víctima se encontraba sentada en la terraza de un bar. En ese momento, se dirigió a su domicilio, cogió una escopeta de caza y volvió al lugar, donde estacionó y se mantuvo a la espera.

Cuando la víctima se percató de la presencia del acusado, decidió marcharse del lugar con su vehículo. "Súbitamente", el acusado arrancó su furgoneta e impactó con ella contra el otro coche, a la altura de la puerta del conductor. La víctima quedó atrapada, momento en el que él le disparó con su escopeta, lo que le provocó la muerte.

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