El sector del cerco de Huelva, en representación además de la flota de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), ha pedido este viernes a la Subdelegación del Gobierno en la provincia onubense que pida a la Secretaría General de Pesca que levante la prohibición hasta nueva orden para la captura del boquerón en el Golfo de Cádiz a partir de las 00,00 horas del día 2 de febrero.

Así lo ha puesto de manifiesto en declaraciones a los periodistas Juan Luis Serrano, en nombre del colectivo onubense y sanluqueño, tras el encuentro que ha mantenido con el subdelegado del Gobierno en la provincia de Huelva, Enrique Pérez Viguera, el cual se ha comprometido a trasladar las solicitudes del sector a los departamentos ministeriales correspondientes y a instarles a que "agilicen las negociaciones para atar lo antes posible los flecos que quedan sueltos".

Pérez Viguera ha hecho hincapié en la necesidad de que se agilice "todo lo posible" la solución a esta situación ya que "no solo redundará en beneficio de los armadores sino en las poblaciones de estos puertos", las cuales dependen de manera importante de la pesca.

Asimismo, Serrano ha apuntado que el sector onubense y sanluqueño "está estudiando la posibilidad de recurrir judicialmente la decisión" puesto que la misma "no es correcta y no responde, —según ha explicado—, a razones biológicas, biosanitarias o a problemas de stock".

Además, Serrano ha indicado que "si este lunes no pueden salir a faenar no descartan iniciar cualquier medida", a la par que ha recordado que la flota de cerco ha permanecido en parada biológica durante dos meses, por lo que esta prohibición "impide el inicio de actividad para el sector pesquero de cerco".

En esta misma línea, ha explicado que "el 80 por ciento" de la flota del cerco del Golfo de Cádiz aboga por un reparto de la cuota lineal para cada puerto, mientras que "el 20 por ciento" restante y correspondiente a una veintena de embarcaciones de Barbate (Cádiz) apuesta por un reparto "diferenciado".

A su juicio, no se permitirá de nuevo la pesquería hasta que "no se alcance un acuerdo entre toda la flota del Golfo de Cádiz" para la captura del boquerón.

Finalmente, ha incidido en que las embarcaciones habían realizado sus inversiones, —gasoil o hielo, entre otros gastos—, para retomar la actividad tras la parada biológica, "que se hizo para preservar el recurso", y ha lamentado que "ahora se encuentran con que no pueden faenar".