La calle Magadalenes, en el corazón de Ciutat Vella, será la primera de Barcelona en estrenar un puntero sistema de detección de vehículos para multar a quien no respete la normativa de paso.

Mediante un sistema de gálibo se crearán señales verticales luminosas que advertirán al conductor, y en caso de que siga adelante, se activará una cámara fotomulta. Con este dispositivo, que hasta el momento solo se ha usado en autopistas y peajes, se evita la colocación de un pivote que ocupa mayor espacio y no permite el paso inmediato.

El regidor de Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, Eduard Freixedes, anunció en la pasada comisión municipal que ya se está instalando un sistema de sensores de gálibo en la calle Magdalenes. "Es un control nuevo", explicó Freixedes, "que deja más espacio de paso libre que las pilonas".

Una primera señal vertical luminosa alertará al conductor de que está entrando en una zona restringida o vedada a determinados vehículos. En caso de que siga adelante, se activará un segundo sensor que conecta directamente una videocámara para tramitar la multa pertinente.

Fuentes municipales concretaban que este no es un sistema pionero, pero sí puntero, ya que hasta el momento no se había instalado dentro del circuito urbano. Actualmente ya se usa con éxito para controlar el paso de vehículos en autopistas y peajes en los que únicamente hay que coger el tique. También el Túnel del Cadí lo incorpora. Con este sistema se quiere facilitar el libre acceso a los aparcamientos y servicios y al transporte de mercancías, muy habitual en la zona.