Una británica de 56 años, condenada a muerte en Indonesia por tráfico de drogas

  • La mujer introdujo en Bali 4,8 kilogramos de cocaína ocultos en una maleta.
  • Su abogado alega que la mujer sufre problemas mentales y que fue chantajeada por una organización criminal que amenazó con matar a sus hijos.
La supuesta narcotraficante británica Lindsay Sandiford escucha a su intérprete durante el veredicto final de su juicio.
La supuesta narcotraficante británica Lindsay Sandiford escucha a su intérprete durante el veredicto final de su juicio.
Made Nagi /EFE
La supuesta narcotraficante británica Lindsay Sandiford escucha a su intérprete durante el veredicto final de su juicio.

Una ciudadana británica de 56 años ha sido condenada a muerte en Indonesia por tráfico de drogas, a pesar de que la propia acusación solo había pedido quince años de cárcel y de que la procesada alegó en todo momento que había sido obligada a introducir la droga por una banda criminal que había amenazado con asesinar a sus hijos, según ha informado este martes la BBC. Sus abogados se han mostrado "sorprendidos" por el veredicto y van a recurrir.

Lindsay Sandiford, de Gloucestershire (suroeste de Inglaterra), fue detenida el pasado mes de mayo por la Policía de la isla de Bali, que durante una inspección aduanera de rutina descubrió 4,8 kilogramos de cocaína en el forro de su maleta. La británica acababa de llegar en un vuelo procedente de Bangkok, en Tailandia.

Los fiscales habían pedido una condena de quince años de cárcel, pero los jueces del tribunal de distrito de Denpasar (capital de la isla de Bali) estimaron que no había circunstancias atenuantes y que la procesada no parecía consciente de las consecuencias de sus actos. Asimismo, tuvieron en cuenta los daños a la imagen de Bali, como destino turístico, y los perjuicios a la política contra las drogas del Gobierno indonesio.

El abogado de Sandiford ha declarado a la BBC que va a recurrir la sentencia y ha admitido que es muy poco frecuente que los jueces dicten una pena más dura que la solicitada por la acusación. Aunque la pena máxima por narcotráfico en Indonesia es la muerte, los fiscales habían pedido que se tuvieran en cuenta la edad de Sandiford y el hecho de que no tuviera antecedentes.

Víctima de los narcotraficantes

El caso de Sandiford ha sido asumido por la organización humanitaria británica Reprieve, que ha asegurado que la mujer ha sido "la víctima de los narcotraficantes, que se aprovecharon de su vulnerabilidad y amenazaron a sus hijos". Aparte, el abogado de Sandiford había demostrado ante el tribunal de Denpasar que la mujer tenía un historial de problemas mentales que la hacían aún más vulnerable ante las bandas criminales.

En su declaración, Sandiford ha pedido perdón "a la República de Indonesia y al pueblo indonesio" por su implicación en el caso y ha asegurado que "nunca" quiso verse involucrada en un hecho como éste, pero las vidas de sus hijos "estaban en peligro" y sintió la necesidad de "protegerlos".

En otra declaración leída ante el tribunal, su hijo Eliot afirmó que su madre había sido forzada a traficar con drogas después de un desacuerdo con los criminales sobre una cantidad de dinero que ella había pagado en su nombre.

Una portavoz del Ministerio británico de Asuntos Exteriores ha confirmado la condena a muerte de la mujer y ha asegurado que el Foreign Office se mantiene "en estrecho contacto con esta ciudadana y seguirá suministrándole asistencia consular". "Reino Unido sigue enérgicamente opuesta a la pena de muerte en todas las circunstancias", ha aseverado.

Indonesia cuenta con una de las leyes más duras contra el narcotráfico del mundo, pero, como recuerda el corresponsal de la BBC, es poco frecuente que se lleven a cabo las ejecuciones. Cinco extranjeros han sido ejecutados en Bali desde 1998 por este motivo. La mayoría de los 40 extranjeros actualmente en el corredor de la muerte han sido condenados por delitos de drogas, pero no se ha efectuado ninguna ejecución en el país, por ningún tipo de delito, desde 2008.

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