Los pueblos de la provincia situados en las laderas del Macizo Central, como Laza, Vilariño de Conso o Manzaneda y el de la comarca de A Limia, Xinzo, comienzan este fin de semana el "entroido" o carnaval tradicional más largo de Galicia. Modistas y artesanos ultiman trajes y bombos, las calles acogen ensayos de los "foliones" con sonido de tambores, cencerros y herramientas agrícolas y batallas de harina como la de Xinzo de Limia, en su "domingo fareleiro".

Este viernes por la noche comenzaron las salidas de los "foliones" en Laza, formados por vecinos que llevan en la cintura los cencerros o "chocas", bombos y antorchas de paja que llevarán la luz del fuego por las calles del pueblo a partir de la medianoche.

La arqueóloga Nieves Amado, natural de Laza, ha explicado a Europa Press que en las celebraciones de esta época, como el "entroido" o la fiesta de San Sebastián de Castro Caldelas, el fuego es protagonista, como en rituales de origen precristiano pero no documentados, que atribuyen a las llamas un poder purificador para los campos "cuando están a punto de acabar su descanso invernal y dar paso al renacer anual de la primavera con la llegada de las hojas a los bosques, y de frutas y cereales en los campos".

El mismo sentido tiene hacer ruido por las calles con "chocas" y bombos que pretende "espantar a los malos espíritus que podrían malograr las cosechas de los siguientes meses, así que se trata de rituales fundamentales para la superviviencia de las comunidades", agregó, y en el caso de la ladera norte del Macizo Central, "se vinculan directamente con la agricultura pues los sonidos se hacen golpeando martillos contra azadas y guadañas", agregó.

TRAJES,

"bicas" e instrumentos

En la ladera sur del Macizo central, la taxista de Laza y modista Dolores Pérez Costa "Loli", trabaja desde hace meses en los 12 trajes de "peliqueiro" que le encargaron vecinos y seguidores del "entroido" de Laza.

Confecciona chaquetillas de lino adornadas con cintas y tiras de terciopelo cosidas una a una, camisas, calzones con flecos que elabora ella misma y los completa, si se lo piden, con las "chocas" que un herrero de Laza recibe desde Toledo para añadirles un badajo a medida, y con las máscaras tradicionales con dibujos de animales salvajes, que hace otro vecino.

"Tardo 15 días en hacer un traje completo y tengo 12 encargados a pesar de la crisis, pero los vecinos de la comarca le tienen mucho cariño a esta fiesta y quieren mantenerla y participar e incluso pagan trajes para sus hijos pequeños, que podrán usar poco tiempo porque crecen rápido, pero los guardan para siempre", agregó.

Loli aprendió todos los detalles del traje en el taller de Francisco Añel, de Castro (Laza) que ahora tiene más de 90 años y dejó la confección por recomendación del médico.

Muy cerca de la casa de ambos, en Soutelo Verde, está una de las panaderías que también ultima los preparativos para la gran demanda de "bicas" que se avecina.

La panadera Liria Diéguez es una de las tres que elaboran "bica blanca", cuya tradición es exclusiva de la zona de Laza; desde hace unos años dejó de hacer pan para elaborar sólo ese dulce que lleva harina, nata de leche de vaca, azúcar y clara de huevo.

"Llevamos días visitando queserías y lecherías de Ourense y Lugo para reunir al menos 200 kilos de nata para la elaboración de las bicas que, en época de entroido, multiplica por 4 la producción del resto del año", aclaró.

También hay modistas de "entroido" en Maceda, para hacer el traje de los "felos" siguiendo la tradición, mientras que en Xinzo o Vilariño de Conso, las familias dedican las semanas previas a la confección casera del traje de las "pantallas", en el caso de Xinzo, y de los "boteiros" y "danzantes" en los diferentes pueblos de Vilariño y Viana do Bolo.

En el caso de Manzaneda, el protagonismo es para las "mázcaras" de confección casera y activa en los pueblos de San Martiño y Bidueira, mientras que los de Langullo elaboran uno diferente de confección recuperada y documentada por un colectivo cultural.

Los trajes "pantallas" de Xinzo de Limia y "boteiros" y "danzantes" de Vilariño de Conso y de Viana do Bolo, siguen saliendo de las casas, tras una elaboración detallista con cintas, tejidos y colores que en algunos casos se separan de la tradición pero casi siempre la mantienen, y aún hay artesanos para fabricar y arreglar bombos y una docena de panaderías que elaboran la "bica mantecada" propia de toda la zona montañosa, con manteca de vaca cocida, harina, azúcar y huevo.

Actividades antes del "entroido gordo"

Xinzo de Limia comienza su ciclo el día 20 de enero con el "comingo fareleiro" en el que la plaza mayor y calles aledañas quedarán cubiertas de una capa grisácea de harina mezclada con salvados, lanzado entre visitantes y vecinos, rememorando sin saberlo los contactos entre hombres y mujeres en los lugares comunes de los pueblos, como forma divertida de acercamiento entre sexos.

Le seguirán el "domingo oleiro", basado en un juego de lanzamiento de ollas de barro rellenas, luego el "domingo corredoiro" que será el primer día en que salgan los participantes ataviados con su traje de "pantallas" y finalmente el "domingo de entroido" o "domingo gordo", con todo tipo de disfraces, comparsas y encuentros festivos en los que las pantallas" golpean vejigas de cerdo para hacer ruido y abrirse paso entre la multitud.

En Laza, cada viernes antes del "Entroido gordo" entre el 8 y el 13 de febrero, habrá ensayo de "folións" y "fachos" de fuego y el domingo día 10 será el del estreno de los "peliqueiros".

Los pueblos de Vilariño de Conso y Manzaneda, y alguno de Pobra de Trives, centran ensayo y visitas entre pueblos, en los fines de semana para poder contar con los jóvenes que comenzarán a ser "boteiros" el sábado 26 de enero en Vilariño y el 2 de febrero en Manzaneda.