El IVAM homenajeará a la "discreción, elegancia y genio" de Francisco Sebastián

La directora del Institut Valencià d'Art Modern (IVAM), Consuelo Ciscar, ha lamentado el fallecimiento a los 92 años del pintor Francisco Sebastián, quien era "discreción, elegancia y genio". Asimismo, ha avanzado que el centro expositivo le rendirá un homenaje "en simbólico reconocimiento de su gran aportación al mundo de la cultura y la convivencia".

La directora del Institut Valencià d'Art Modern (IVAM), Consuelo Ciscar, ha lamentado el fallecimiento a los 92 años del pintor Francisco Sebastián, quien era "discreción, elegancia y genio". Asimismo, ha avanzado que el centro expositivo le rendirá un homenaje "en simbólico reconocimiento de su gran aportación al mundo de la cultura y la convivencia".

En un escrito titulado 'La serenidad de un paisajista', la responsable del museo señala que Francisco Sebastián Rodríguez "ha representado para Valencia lo que un hombre de bien y un gran artista ha de ser: generoso, solidario, inquieto y participativo".

"Con 92 años, estaba presente en cuantas actividades y eventos culturales se desarrollaban en nuestra ciudad. No en vano fue nombrado Hijo Predilecto de la Ciudad de Valencia, a cuyo acervo cultural ha contribuido de manera decisiva", agrega.

El autor —recuerda Ciscar—, "que supo inculcar el amor por la creación en los que le rodeaban (familia, alumnos, compañeros...) formó parte de una generación que transformó de manera definitiva la renovación del arte en Valencia a partir de los años 50".

"Su interés por el paisaje se convirtió en una dedicación al estudio de la luz y las formas de representación con distintas técnicas. La Albufera o el Saler, como en el caso de otros pintores valencianos como Lozano o Michavila, fue un motivo de vuelta al propio paisaje pero aportando una nueva visión diferente al possorollismo", manifiesta Ciscar.

"ESENCIALISTA"

En la misma línea, afirma que el creador era "un artista sereno y atento a lo nuevo e investigador hasta el extremo de convertir lo complejo en paradigma de sencillez esencial". "No en vano se le ha calificado como esencialista", agrega.

Estudioso de la composición y amante de la tierra como elemento fundamental en el universo de las formas y el color, trabajó en tierras de Lanzarote, de cuyo paisaje extrajo obras muy definitorias en su madurez pictórica.

Consuelo Ciscar también alude a su tarea como docente, "tan intensa como fundamental para varias generaciones de artistas, y a su labor como académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, siempre modelo de buen criterio y afán de enriquecimiento intelectual".

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