La Diputación foral de Álava ha acordado apoyar la modernización de las infraestructuras hidráulicas de 22 comunidades de regantes con un total de 729.300 euros.

El 75 por ciento del importe destinado a las comunidades de regantes está financiado por los fondos europeos Feader (Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural), según ha informado el diputado general de Álava, Javier de Andrés, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Diputados.

Dicha línea de ayudas persigue que los agricultores puedan mejorar sus regadíos, lo que se espera que repercuta en un incremento del rendimiento y la rentabilidad de sus explotaciones.

A la convocatoria de 'Ayudas para Infraestructuras Hidráulicas 2012-2013' se han presentado 30 solicitudes, de las cuales 22 se han resuelto favorablemente. Los agricultores que resulten admitidos podrán obtener subvenciones de hasta el 70 por ciento de la inversión que realicen para construir cierres de balsas, colocar hidrantes y arquetas o mejorar los controles de red.

Según la Diputación, contar con unos buenos regadíos es "fundamental" para lograr la competitividad de "numerosos" cultivos alaveses, como la vid, remolacha o las leguminosas. Por ello, desde el Departamento de Agricultura se está realizando un "importante esfuerzo" para apoyar la mejora de las infraestructuras hidráulicas existentes en el territorio.

Relevo generacional

Por otra parte, el Consejo de Diputados también ha aprobado la concesión de las ayudas por cese anticipado de la actividad agraria por un importe de 332.369 euros, de los cuales el 36 por ciento está sufragado por el Feader.

Estas ayudas al sector agrario alavés se enmarcan dentro del Plan de Desarrollo Rural del País Vasco 2007-2013. El objetivo es fomentar el "rejuvenecimiento" del sector agrario, facilitando la sustitución de los agricultores de mayor edad por otros más jóvenes que puedan mejorar la viabilidad económica de las explotaciones. Con esta medida, se asegura unos ingresos a los agricultores que cesan en la actividad agraria.

Para poder acogerse a esta ayuda, los titulares de la explotación agraria deben tener entre 55 y 65 años, haber ejercido la actividad agraria durante los últimos diez y transmitir toda la superficie de la explotación, como mínimo, durante un lustro.

Por su parte, los jóvenes agricultores que se hagan cargo de la explotación deberán tener menos de 40 años, poseer cualificación y capacitación profesional suficiente y comprometerse a ejercer la actividad agraria durante, al menos, diez años.