El Consejo de Ministros ha aprobado ese viernes un decreto ley que simplifica el mecanismo de altas y bajas para los empleados del hogar, así como la comunicación con la Seguridad Social, para promover la afiliación de aquellos que trabajan menos horas mensuales o lo hacen de forma discontinua en varias casas.

Se aprovecha este decreto ley para fijar nuevos límites para la percepción de los complementos por mínimos. Según han explicado fuentes del Ministerio de Empleo, se permite que la responsabilidad del alta y otros trámites se pase del empleador al empleado del hogar, siempre que haya acuerdo entre ambos para hacerlo así y cuando el trabajador preste sus servicios por un tiempo inferior a 60 horas mensuales.

El cambio se produce después de que la Seguridad Social haya constatado que con la integración de estos empleados en el Régimen General se ha producido un descenso de la base media de cotización superior al 30 %.

Asimismo, se reducen de 15 a 8 los tramos de la escala por la que se determinan las bases de cotización, cuya aplicación resultaba excesivamente complicada de gestionar.

Por otra parte, el decreto ley también recoge los nuevos límites para la percepción de los complementos por mínimos, que no se podrán cobrar si el pensionista pasa más de 90 días seguidos fuera del país.

A finales de junio, cuando concluyó el plazo de seis meses dado para su cambio de afiliación del antiguo Régimen Especial de Empleadas del Hogar en el Régimen General de la Seguridad Social, más de 30.000 personas empleadas del hogar (en torno al 12% del total) no solicitaron ese cambio pasando supuestamente a trabajar en la economía sumergida, según datos de UGT.

Según la Encuesta de Población Activa (EPA), hay más de 700.000 empleadas del hogar en España, de las que solo 297.000 estaban dadas de alta en la Seguridad Social en 2011.