La Xunta se ha hecho con los bienes de Bernardo Alfageme que han salido a subasta este jueves, las naves de Ribadumia y Vilaxoán y los derechos de la marca Miau, por el 75 por ciento del precio de salida, que era de 900.000 euros.

La puja se desarrolló en el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra, con sede en Vigo, y los precios de salida fueron 100.000 euros para la marca, 300.000 para Ribadumia y 500.000 para Vilaxoán; mientras que finalmente el Instituto Galego de Promoción Económica (Igape) se hizo con el lote por 780.000 euros: la marca por 220.000 euros, con la nave de Vilaxoán por 350.000 euros y la de Ribadumia por 210.000 euros.

Fuentes sindicales explicaron que en la subasta se presentó una empresa vasca interesada por la marca y el Igape, que fue quien finalmente se quedó con la marca y las dos plantas.

En una nota de prensa, la Xunta explica que se ha hecho con los bienes con el "objetivo de buscar la mejor fórmula para garantizar la reactivación de la empresa y la recuperación de los puestos de trabajo" y precisa que se adjudicó las dos naves "al no haber ninguna empresa interesada en darle viabilidad al proyecto de la conservera".

Según apunta, "con esta actuación, el Gobierno gallego demuestra nuevamente su compromiso decidido por la recuperación de la actividad y los puestos de trabajo", como manifestaba el miércoles en el Parlamento el conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde.

Asimismo, avanza que, a partir de este momento, la Xunta "iniciara nuevos contactos con el sector conservero gallego para, defendiendo la legalidad y los intereses patrimoniales de la administración, encontrar la mejor fórmula de garantizar la reactivación del proceso productivo".

SINDICATOS

Según afirmó la responsable de CIG-Alimentación, que estuvo presente en la subasta, ahora la Xunta ha solicitado un plazo de 20 días hábiles para que estos bienes pasen a ser de alguna empresa. Según apuntó, la Administración gallega podrá adjudicarlo directamente o bien mediante concurso.

Abuín esperó que la solución a la que se llegue permita mantener los 150 puestos de trabajo que la conservera tenía en la comarca del Salnés, así como el plan industrial previsto. Así, ha esperado que "a mediados de enero" se pueda saber "qué va a hacer la Xunta" y que ésta se siente con las centrales sindicales para informarlas.

La sindicalista de la CIG ha considerado que la Administración gallega, a la hora de adjudicar estos bienes, "tendrá en mente" el proyecto de El Consorcio y también el de Pescamar, que fueron las empresas que se presentaron al anterior concurso público que la Xunta había realizado, pero que finalmente había quedado desierto.

Por su parte, el representante de la CGT, Miguel Ángel Cuña, consideró que la decisión tomada por la Xunta en la subasta de este jueves es "un paso necesario" y lo atribuyó a "la movilización de los trabajadores". Así, indicó que éstos "no sólo exigieron a la Xunta que se personase, sino que se quedara con las fábricas". Asimismo, explicó que la CGT exigirá que "las dos plantas sean adjudicadas a un proyecto industrial con la incorporación de la explantilla.

TRABAJADORES

A la subasta acudió también el director xeral del Igape, Javier Aguilera, el director xeral de Industria, altos cargos de Facenda y asesores jurídicos, así como trabajadores de las plantas de O Salnés, pero también de la de Vigo, que no entraba dentro de la subasta.

Tras conocer que la Xunta había adquirido los bienes subastados, los exempleados presentes manifestaron su valoración positiva ya que, según apuntaron "es mejor que se lo quede el Igape", ya que se abre "una esperanza" en un "futuro mejor".

Asimismo, también acudió Gustavo Lago, hijo de Juan Lago, propietario de Promalar —promotora urbanística que en su día adquirió Alfageme—. Sobre la presencia de Lago, Rosa Abuín aseguró desconocer "qué hacía" en la puja, si bien apuntó a la posibilidad de que "seguramente acudió a recurrir" porque "recurre todo lo que se mueve".