La Infantería de Marina culminó ayer su misión en Líbano y transfirió sus responsabilidades a la Legión, que a partir de ahora asume el mando integrada en la operación FINUL de Naciones Unidas, informó el Ministerio de Defensa.

Un total de 253 legionarios partieron ayer de Almería hacia Beirut.

La Fuerza Expedicionaria de Infantería de Marina en Líbano (FIMEX-L), que llegó el pasado 15 de septiembre, ha traspasado la responsabilidad sobre su zona de operaciones a la X Bandera de la Legión, cuyos efectivos ya se encuentran desplegados en la frontera sur libanesa.

Según Defensa, durante su permanencia en la zona de operaciones la fuerza de Infantería de Marina ha demostrado "su alto grado de disponibilidad y gran capacidad de despliegue".

"En tan solo quince días desde que llegó la orden de alistamiento a la Brigada de Infantería de Marina (BRIMAR) el 1 de septiembre, la FIMEX-L estaba desembarcando en las playas libanesas y apenas diez días más tarde se encontraba totalmente operativa".

El departamento de José Antonio Alonso informa en un comunicado de que "la FIMEX-L ha alcanzado sus objetivos, que no eran otros que establecer una fuerza de más de 500 hombres al sur del Río Litani para cumplir el compromiso del Gobierno español con Naciones Unidas".

En el mes y medio que ha permanecido en la zona de operaciones sus vehículos han recorrido más de 120.000 kilómetros y se han realizado más de 540 patrullas, tanto diurnas como nocturnas.

Los infantes de Marina también han hecho labores de ayuda humanitaria, como asistencia médica a la población civil y desactivación de artefactos sin explosionar.

Según Defensa, el equipo médico asistió a casi 300 personas en las localidades cercanas a la base, mientras que el equipo de desactivación de explosivos neutralizó unos 400 artefactos explosivos, sobre todo, proyectiles de artillería de 155 milímetros y multitud de submuniciones.