El objetivo principal ha sido detectar la falsificación de etiquetados y denominaciones de origen, la adulteración y venta de productos caducados o en mal estado, así como el transporte, distribución y almacenaje de alimentos sin control sanitario o sin respetar otros requisitos legales.

Con esta campaña se pretende concienciar a distribuidores y comerciantes de la necesidad de observar el cumplimiento de la normativa europea en materia de seguridad alimentaria, así como al consumidor para que preste atención a los etiquetados y la calidad de los productos que adquiere.

La denominada operación 'Opson', dirigida por Interpol en colaboración con Europol, se ha llevado a cabo en un total de 30 países, entre los que destaca la participación de China, Bangladesh o India.

En España se han llevado a cabo 2.223 inspecciones de locales dedicados a la venta de productos alimenticios, establecimientos hosteleros, tiendas y almacenes de alimentación, en los que se han denunciado 1.367 infracciones a la normativa alimentaria marcada por la Unión Europea y se han intervenido 47.000 kilos de alimentos. También han sido detenidas cuatro personas e imputadas otras siete.

177

Infracciones en cyl

En Castilla y León, las 192 inspecciones efectuadas, con un balance de 177 infracciones, se han traducido en la incautación de 9.732 kilogramos de productos alimenticios, 1.295 envases de cerveza, 3.123 envases de diferentes alimentos, 884 envases de bebidas y refrescos y 26 botellas de licores.

Las citadas infracciones afectan a la Ley 17/2011 de seguridad alimentaria y Real Decreto 1334/1999 general de etiquetado y Ley General Tributaria, fundamentalmente por productos no etiquetados o carentes de garantías e información sobre fechas de envasado, caducidad, trazabilidad...o que estaban etiquetados en idioma diferente al castellano.

También se han observado en la manipulación de alimentos, como pudieran ser los congelados, incumpliendo en algunos casos el proceso de congelación, así como venta de productos caducados o sobrepasada su fecha de consumo preferente, además de la falta de registro sanitario.

Entre los servicios realizados en Castilla y León destaca el efectuado por la Comandancia de la Guardia Civil de León, cuyos efectivos intervinieron en un establecimiento de congelados seis palés de productos alimenticios caducados, 800 kilogramos de carne congelada de forma irregular, noventa y cuatro cajas de carne caducada y 1.800 kilogramos de carne de buey con falta de trazabilidad.

Dicha Comandancia también realizó una inspección en un restaurante en el que se intervinieron 1.000 kilogramos de carnes de buey y vaca con irregularidades en el etiquetado y treinta y tres kilogramos de carne para hamburguesa caducados.

En otro se ocuparon 838 kilogramos de productos congelados caducados y en un restaurante chino de la localidad de Ponferrada se localizaron tantas infracciones de tipo alimentario que el inspector de sanidad que participaba en la inspección propuso el cierre del establecimiento.

Igualmente significativa es la inmovilización de 4.500 kilogramos de langostinos en la aduana de Villafría (Burgos).