'Fashion', de Terence Donovan, es señalado unánimente como el mejor foto libro de moda del año

  • Se reedita tras 50 años la única antología de uno de los mejores fotógrafos ingleses de la segunda mitad del siglo XX.
  • Donovan, que contribuyó a difundir el 'Swinging London', se suicidó en 1996 tras una depresión y dejó un archivo de un millón de imágenes.
  • Casi 200 forman parte de 'Fashion', el libro que la prensa inglesa considera la mejor publicación de fotografía de moda de 2012.
Una de las fotos de moda de la antología de Terence Donovan
Una de las fotos de moda de la antología de Terence Donovan
© 2012 Terence Donovan
Una de las fotos de moda de la antología de Terence Donovan

"La fotografía me proporciona una fascinación inmediata. Cuando deje de fascinarme la dejaré", dijo Terence Donovan en 1963 a la modelo con la que trabajaba en una sesión, una tal Jean Shrimpton. El mundo sabía muy poco de aquellos dos jóvenes —el tenía 27 años y ella, 20—, pero pronto serían dos de los principales responsables de transmitir al mundo la imagen de marca de la Inglaterra juerguista, loca, creativa y bien parecida del Swinging London.

El tiempo fue justo con los protagonistas de la escena. La modelo, a quien conocíamos como La Gamba —por las primeras letras de su apellido, shrimp, gamba en inglés, y por sus larguísimas piernas—, fue una de aquellas top británicas que inundaron las publicaciones con su desenfado aniñado y deslumbrante: Twiggy, Veruschka, Peggy MoffittPenelope Tree. Donovan fue uno de los fotógrafos favoritos de todas ellas.

Los Tres Terribles

Junto con Brian Duffy, David Bailey y Terry O'Neill, conocidos como los Terrible Three (los Tres Terribles) por su comportamiento sin compasión en los escenarios de las noches locas londinenses, Donovan fue el gran fotógrafo inglés de la segunda mitad del siglo XX. Cuando se ahorcó en su estudio, en 1996, a los 60 años y durante una severa depresión, dejó detrás un archivo de un millón de negativos.

Pese a que las fotos de Donovan poblaron todas las revistas inglesas durante más de cuatro décadas —desde las de referencia como Vogue, hasta las más atrevidas gráficamente, como la inolvidable Nova, de la que fue fotógrafo de cabecera—, hasta ahora sólo se había editado una antología de su obra en formato de libro y estaba agotada desde hace cincuenta años. La falta queda expurgada con Terence Donovan Fashion, que acaba de reeditar la editorial inglesa Art/Books. El júbilo no ha tardado. Casi toda la prensa del Reino Unido ha señalado la antología como el mejor foto libro de moda de 2012.

Del blanco y negro al color

¿Otro ejercicio del habitual chovinismo británico? En este caso estamos ante una de las excepciones que lo confirmarían. El libro [240 páginas, 60 libras esterlinas, unos 74 euros], una revisión ampliada de la edición original, presenta una esplendorosa selección de la obra de Donovan, desde los contrastados retratos en blanco y negro de los años sesenta y setenta hasta sus trabajos en vibrantes color de las dos décadas siguientes.

La selección ha sido preparada por Diana Donovan, viuda del fotógrafo, y el director de arte de la revista Nova, David Hillman. Incluye también textos del historiador Robin Muir y la directora creativa de la edición estadounidense de Vogue Grace Coddington.

Hijo de un camionero

Nacido en 1936 una familia humilde —su padre era camionero— en Londres, Donovan empezó a hacer fotos a los 15 años, cuando consiguió un empleo como ayudante. En los años sesenta se dió cuenta de que la cultura juvenil inglesa estaba cambiando y se empeñó en retratar el proceso. A diferencia de sus compañeros de generación, se concentró en la moda y ayudó a renovar el estilo mediante un afán constante de investigación y experimentalismo. A principios de los años setenta abrió un estudio propio en el barrio de Mayfair en el que trabajó hasta la muerte.

Tenía siempre presente la duda como necesario eliciente. En la última entrevista que concedió, semanas antes de suicidarse, mencionó que la publicidad se estaba aferrando a la fórmula segura y empleando la "holgazanería" para no experimentar. "Lo puedes ver en toda este regeneración de material antiguo, desde la música de los años sesenta a los viejos coches estadounidenses en el desierto. Esa no es la respuesta. No digo que debas ser original a la fuerza, que no absorbas osmóticamente, lo que digo que es debes devanarte los sesos y no creo que eso se haga con frecuencia", añadió.

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