Crisis económica y nuevas tecnologías. Un binomio que ha encajado a la perfección y que ha supuesto un auténtico boom para los profesionales del engaño.

Los datos hablan por sí solos. La Policía Nacional y la Guardia Civil han registrado en lo que llevamos de año 3.746 denuncias por estafa entre enero y septiembre, un 9% más de las 3.428 recibidas en el mismo período del año pasado.

El incremento es mucho más espectacular si añadimos las denuncias puestas directamente en los juzgados. Así, según la memoria del Consejo General del Poder Judicial, las causas abiertas el año pasado por delitos de estafa ascendieron a 6.947 en la Comunitat, un 18% más que en 2010, pero casi el triple que en el año 2007, previo al inicio de la crisis, cuando se registraron 2.470 denuncias.

Los timos a través de Internet y las estafas piramidales,  basadas en ofertar productos o servicios con contraprestaciones ventajosas que luego nunca se cumplen, copan la mayoría de casos. Según un reciente estudio de la compañía  de seguridad McAfee, las redes sociales, las aplicaciones para teléfonos móviles o el correo electrónico pueden ser la puerta de entrada de timos habituales.

En este sentido, explican que es peligrosa cualquier oferta productos de moda a precios excesivamente ventajosos o cualquier inivitación extraña de nuestros supuestos contactos para participar en acciones especiales o concursos.

A estas modalidades se unen los clásicos timos, de la estampita, basado en la venta de billetes falsos, o el del tocomocho, en el que se vende un billete de lotería supuestamente premiado.

Consejos contra los piratas

Los expertos informáticos consultados recomiendan no hacer nunca clic en enlaces dentro de un correo electrónico y siempre ignorar los que piden acciones como «su cuenta será cerrada». Si esto sucede, es recomendable llamar a la empresa en cuestión a través de un número ajeno al correo. Además, conviene examinar el saldo bancario y de la tarjeta de crédito y llamar al banco ante cualquier cobro extraño.