La Guardia Urbana de Barcelona forma a los ancianos para que no les roben la cartera

  • El Ayuntamiento de la capital catalana no reforzará la vigilancia al considerar que ya se ha intensificado durante los últimos meses.
  • Los mayores de 65 años son víctimas del 9% de los delitos.
Agentes de la Guardia Urbana en la calle de la Cera de Barcelona.
Agentes de la Guardia Urbana en la calle de la Cera de Barcelona.
Albert Olivé / EFE
Agentes de la Guardia Urbana en la calle de la Cera de Barcelona.

Los ancianos sufren el 9% de los delitos que se denuncian en Barcelona y son, por lo tanto, uno de los colectivos más vulnerables. Para evitar que sean el blanco fácil de ladrones y estafadores, la Guardia Urbana ha iniciado una serie de charlas en los centros de la tercera edad, pero no prevé incrementar la vigilancia a pie de calle.

El teniente de alcalde de Seguridad, Joaquim Forn, argumentaba este martes que ya se está llevando a término "unos cuidados intensivos" alrededor de los Centros de Atención Primaria (CAP) y de los centros de la tercera edad, los puntos calientes donde se han registrado más robos.

También a final de mes, cuando muchos jubilados van al banco a cobrar su pensión en éfectivo, aumenta la probabilidad de sufrir un tirón o un robo con violencia.

Formación a las víctimas

Los mayores de 65 años se consideran un grupo especialmente vulnerable y, por ello, agentes de la Guàrdia Urbana han empezado a impartir sesiones formativas donde se dan una serie de consejos y recomendaciones para evitar que sean víctimas de un delito. En estos cursos se busca también dar las claves a los ancianos para que no sufran un accidente de tráfico.

Se recomienda, entre otras cuestiones, que no se abra la puerta a los desconocidos, que no se dé información por teléfono o que se controle el bolso de mano. La Policía recuerda que no deben sacar mucho dinero del cajero. Se impartirán 33 sesiones hasta finales de año.

Actualmente, Barcelona tiene 338.509 personas mayores de 65 años, el 20% de la población. Aunque los hurtos han bajado en los últimos meses, los tirones de bolsos en la calle han seguido aumentando, y las principales víctimas son los ancianos, según confirma Forn. Otro de los delitos que sufre la tecera edad de forma especial son las estafas, como por ejemplo las de supuestos revisores de gas, fontaneros u otros oficios que trabajan a domicilio. Forn indica que la eficacia policial "crece cuando somos capaces de anticiparnos".

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