Bardem triunfa como villano en 'Skyfall', pero no es la primera vez que 'de malo' es mucho mejor

  • El actor recibe aplausos por su villano de 'Skyfall'.
  • Con el de 'No es país para viejos' ganó el Oscar.
  • LISTA: Los villanos de Bardem.
Bardem, como el asesino de 'No es país para viejos'.
Bardem, como el asesino de 'No es país para viejos'.
Bardem, como el asesino de 'No es país para viejos'.

"Cuando soy buena, soy muy buena, pero cuando soy mala, soy mejor". Lo dijo una de las grandes vampiresas del cine, la rubia Mae West, pero la frase también podría aplicársele a Javier Bardem, que gracias a su papel de villano en el último Bond, Skyfall, está recibiendo algunas de las mejores críticas de su carrera.

"Es un villano memorable, encarnado con sorna por Javier Bardem", decía la prensa estadounidense de Silva, el personaje del español. "Le van los malvados traviesos y de pelos imposibles", "Bardem crea un fabuloso enemigo de Bond, una figura fascinante y entretenida"... La lista de piropos es interminable y, todavía mejor, repetida, porque Bardem ya sedujo hace unos años a toda la cinefilia mundial con Anton Chigurgh, el despiadado e implacable asesino de No es país para viejos.

Cubierto por una extraña peluca, mostrando una fría y perturbadora mirada y reduciendo al máximo su notable expresividad, Bardem creó con los hermanos Coen un personaje de los que marcan época. Quizá la experiencia le sirvió para encarnar a Silva, también melenudo, aunque muy distinto: si de Chigurgh inquietaban sus silencios máximos y su mínima humanidad, en lo nuevo de Bond lo que sorprende son sus excesos, sus gritos, su carácter estridente.

En todo caso, Bardem ganó el Oscar en 2008 haciendo de malo, y ha vuelto a triunfar sacando "lo peor" de sí mismo en Skyfall. Y es curioso: explorando en su filmografía, encontramos otro puñado de buenos papeles del actor encerrado en la piel de seres diabólicos.

Viene a la mente, por ejemplo, el Romeo Dolorosa de Perdita Durango, dirigida por Álex de la Iglesia en 1997, donde se metía en la piel de un sanguinario asesino, inspirado en un personaje real, Adolfo Constanzo, conocido como el Narcosatánico de Matamoros.

Pero hay más. Uno de los primeros papeles del español en Hollywood fue en 2004, cuando encarnó al narcotraficante Felix en la aplaudida Collateral de Michael Mann. Y, si no las han visto, recuperen también Los lobos de Washington (1999), donde Bardem encarnaba a un alcohólico que intentaba estafar a un buen amigo; Éxtasis (1996), en la que se metía en la piel del ambicioso Rober o, desde luego, Días contados (1994), donde más que villano era víctima: Bardem brillaba como el marginal, desesperado y en el fondo tierno Lisardo, un yonqui de poca monta con escenas memorables que nos permitieron adivinar que allí se escondía un actor de miedo.

Especialistas en ser malvados

¿Qué tienen en común Jack Nicholson, Anthony Hopkins, Anthony Perkins y Sharon Stone? Efectivamente, todos ellos han hecho celebérrimos papeles de villanos. Nicholson lo bordó como cabeza de familia desquiciado en El resplandor, y como pérfido Joker de Batman. La imagen de Sharon Stone quedó indeleblemente asociada a un picahielos desde Instinto básico. Psicosis no hubiera sido lo mismo sin el Norman Bates de Perkins. Y en cuanto a Hopkins... ¿alguien puede imaginarse a un Hannibal Lecter mejor que él?

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