Pura juerga traída desde el averno

Muchachito Bombo Infierno despliega buen rollito y socarronería en la sala Vivero. Fiesta continua tanto en el escenario como en su disco, ‘Vamos que nos vamos’.
Jairo, líder de Muchachito Bombo Infierno, propone una mezcla de estilos en su música (Archivo).
Jairo, líder de Muchachito Bombo Infierno, propone una mezcla de estilos en su música (Archivo).
Jairo, líder de Muchachito Bombo Infierno, propone una mezcla de estilos en su música (Archivo).
La Barcelona del mestizaje, aquella que bebe de todas las orillas del planeta, sale a borbotones cuando Muchachito Bombo Infierno se sube al escenario. Descendientes de esa camada en la que se encuentran Ojos de Brujo o Macaco, los conciertos de esta banda son de los que ponen patas arriba un escenario.Sin apenas sitio para el bostezo, la primera prueba que ha pasado el rasero de la discográfica se ha convertido en un referente de socarronería, fiesta y buen rollo para todos los oídos. La gira del disco debut, Vamos que nos vamos, se ha detenido en múltiples paradas: de Cáceres a Londres, de Lugo a Amsterdam o de Valencia a Viena. Aun así, no todo lo bueno dura eternamente y los bolos están llegando a su fin. Tras el concierto de Málaga, sólo quedan dos fechas: Madrid (La Riviera, 27 de octubre) y Barcelona (pabellón del Vall d’Hebron, 31 de octubre).

Jairo y sus chicos

Para los fans incondicionales de la productiva mezcla de sonidos y culturas, este grupo se ha convertido en un nuevo referente ineludible. El panorama del mestizaje necesitaba aires de renovación, y los de Barcelona se los han dado.

El carisma de Jairo, el Muchachito, alma máter de esta formación, ha sacudido los cimientos de un estilo de música que parecía anclado en los nombres de siempre, sobre todo recuperando ese aroma que rememora a Manu Chao, entre otros. Personaje atípico donde los haya, el líder de Muchachito Bombo Infierno se ha curtido en las calles de su barrio, en Santa Coloma de Gramanet, lo que ha dado una impronta muy personal a su música y a su estilo.

Hijo de un catalán y una jienense, pasó cuatro años actuando en bares pequeños de la Ciudad Condal, a modo de hombre orquesta. Después, se le sumaron el batería Héctor Vellino, el bajo El Lere, el trompetista Josué y Tito Carlos al piano. Y en los conciertos, Santos de Veracruz, un artista que pinta un cuadro en el transcurso de la actuación.

* Sala Vivero. Polígono industrial La Estrella. C/ Parauta, 25c. Mañana, a las 23 horas. Precio: 15 euros en taquilla.

Rumba, swing, funk, rock...

Quien se atreva a encasillarlos, que tire la primera piedra. El sonido festivo de Muchachito Bombo Infierno se mueve por gran variedad de sonidos y estilos.

El reggae también aparece y quizás algunos tintes de la música rockabilly, porque todo lo que provoque movimiento corporal es bienvenido.

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