El empresario Steven Mayer, de la financiera Cerberus Capital Management, ha comprado por 18,1 millones de euros -unos 14 millones de euros- la mansión de Los Ángeles en la que el cantante Michael Jackson pasó sus últimos días, según publica Los Angeles Times, citando a varios medios.

El rey del pop vivió seis meses en la casa, situada en el barrio de Holmby Hills, mientras ensayaba para su concierto This is it en el centro Staples. Estuvo allí junto con sus tres hijos, Prince Michael, Paris y Blanket, y pagaba un alquiler de 100.000 dólares al mes, unos 78.000 euros.

La mansión, de estilo francés y diseñada por Richard Landry, tiene 1.600 metros cuadrados y que se erige sobre un terreno de 4.800 metros cuadrados con un amplio jardín. Cuenta con 13 cuartos de baño, cine, ascensor, gimnasio, piscina, bodega y una impresionante casa de invitados.

El 25 de junio de 2009, Michael falleció por un sobredosis de la medicación que tomaba. Su médico, Conrad Murray, fue declarado culpable de homicidio involuntario y condenado a cuatro años de prisión.

Antes de que Jackson se trasladara a la casa, sus propietarios, Roxanne y Hubert Guez, director ejecutivo de la firma de ropa Ed Hardy, ya la habían puesto a la venta por 38,5 millones de dólares, unos 29,7 millones de euros.