Una mujer de 43 años de edad, Griselda del Tránsito N.D., que fue tratada de menopausia precoz a raíz de los dolores estomacales y vómitos que empezó a sufrir en enero de este año, fue diagnosticada de una acumulación de gases cuando en realidad estaba embarazada.

De hecho, el pasado 14 de septiembre dio a luz a una niña. La afectada ha puesto el caso en manos de los servicios jurídicos de la Asociación El Defensor del Paciente por los daños que su propia salud y la de su bebé puedan sufrir en un futuro, tanto física como moralmente.

Ya en mayo, mientras pasaba el tiempo y veía cómo sus problemas se acentuaban, a la afectada "se le pasó por la cabeza estar embarazada, como una posibilidad más, aunque su peso y estatura (83 kilos y 1,60 de estatura) no le hacían sospechar de entrada" tal extremo.

Un bebé de 3,15 kilos

Aun así, añade la entidad, la mujer "pidió a su doctora que le realizará una analítica para descartar" el embarazo, pero "la que ésta le mandó curiosamente era de tipo bioquímico, es decir, no para detectar" si esperaba un bebé. Finalmente, el pasado 14 de septiembre, tras "pasar una mala noche", la paciente acudió a las Urgencias del Hospital Príncipe de Asturias a las 7.30 horas, donde le hicieron una prueba de orina y la llamaron de urgencia a las 11.00 horas comunicándole que estaba embarazada y de parto.

Tres horas después Griselda del Tránsito dio a luz a una niña de 3,15 kilos de peso y 49 centímetros de estatura.

La Asociación El Defensor del Paciente advirtió de que "el trauma que el caso ha provocado a la familia es inexplicable, pues, aunque la alegría es enorme para ellos, que ya contaban con dos hijos de 15 y 12 años, no estaban preparados para la llegada de un bebé".