Un centenar de jubilados del Ib-Salut han acudido este mediodía al Hospital de Son Espases para exigir la dimisión del gerente de este centro, Juan Sanz, y de todo su equipo, después de que nadie avisara a este colectivo de que, a partir del 1 de noviembre, iban a dejar de cobrar el complemento de pensión, lo que supone una pérdida de entre el 30 y el 40 por ciento de la retribución mensual para 500 exempleados.

En declaraciones a Europa Press, uno de los portavoces de los jubilados del Ib-Salut, Juan de Dios, ha asegurado que exigen su dimisión por "dignidad", dado que ha tachado de "atraco" la decisión de suprimir el citado complemento. Sin embargo, ha señalado que la Gerencia ha manifestado a los jubilados que lo único que hace es "cumplir órdenes".

De Dios ha recordado que cuando el Govern ofreció la prejubilación para quienes llevaran cotizando desde antes de 1967, se comprometió a que cobrarían un complemento de pensión que, sin embargo, a partir de noviembre, se eliminará afectando a unas 500 personas que formaron parte del personal sanitario y no sanitario.

"Estamos abandonados y la única persona que nos dio luz anunciándonos este miércoles que iba a negociar con nosotros era el exconseller de Salud, Antoni Mesquida, lo que le ha costado el puesto, porque el presidente del Govern, José Ramón Bauzá, le dijo que no a esta negociación", ha remarcado.

Para el portavoz de los jubilados del Ib-Salut, Mesquida ha dimitido por "dignidad, ya que no quiere engañar a 500 familias que han dado todo por el hospital".

Por otro lado, ha revelado que le han informado de que todo el equipo del Ib-Salut ha dimitido en bloque, excepto el responsable de la asesoría técnica, que "al ser funcionario, espera a que lo cesen para cobrar la indemnización, a pesar de que debería ser el primero en dimitir, porque es quien ha creado el problema al no decir las cosas claras".

En este sentido, otro de los portavoz, Jaume Pou, ha exigido a la Gerencia del Hospital Son Espases que entregue a los jubilados la orden, mediante la cual van a dejar de cobrar el complemento de pensión, debido a que, según ha censurado, "la tiene todo el mundo menos los afectados".

Pou ha recordado que una quincena de jubilados mantienen desde el pasado martes un encierro indefinido en la sede del Ib-Salut, en la calle Reina Esclaramunda, de Palma. Así, los extrabajadores se van turnando cada 24 horas, con el fin de que siempre haya gente encerrada en este espacio.