El escritor alemán Wolfgang Herrndorf, que empieza a ser publicado en España en la editorial Siruela, padece un tumor cerebral y, a raíz de sus últimos éxitos literarios, concedió una de sus últimas entrevistas al diario alemán Frankfurter Allgemeine, en la que repasaba algunas de las claves de su obra.

Así, por ejemplo, en algún momento del año 2010, Herrndorf se propuso escribir un bestseller y así fue concebida Sand (Arena), un thriller que ocurre en los años sesenta en una comuna hippie en el desierto africano.

Al margen de las cifras de ventas, Sand ha tenido éxito. Esta primavera obtuvo el Premio de la Feria de Leipzig y ha logrado meterse en la lista de seis finalistas del Deutscher Buchpreis, el premio a la mejor novela alemana del año.

No obstante, mientras Herrndorf escribía esta novela y luchaba contra la muerte, las ventas de su libro anterior, Tschick, que aparecerá en España con el título de Goodbye Berlin, empezaron a crecer y  se convirtió en uno de los libros más vendidos.

El origen del mismo, cuyo argumento se centra en las aventuras de dos muchachos que abandonan Berlín para recorrer diversas regiones del este de Alemania, estuvo en una serie de relecturas que Herrndorf había hecho en el año 2004.

De esta forma, el escritor había vuelto a los libros de su infancia, como Arthur Gordon Pym o Hucklebery Finn, para, dijo en su entrevista con el diario germano, "averiguar si eran tan buenos como los recordaba, pero también para saber qué tipo de persona era yo cuando tenía doce años".

En el experimento, sin embargo, Herrndorf encontró dos constantes que se daban en esos libros: la rápida eliminación del personal adulto de referencia y los grandes viajes, con frecuencia a través de las aguas.

A partir de esa constatación, Herrndorf se impuso el reto de meter esos elementos en el marco de una novela juvenil realista, y así nació Goodbye Berlín.

La crítica recibió bien la novela y abundó en la comparación de Herrndorf con Jerome D. Salinger. Sin embargo, a pesar de que los libros de este autor han tenido buena acogida por la prensa, en su blog Herrndorf se burla de las comparaciones literarias.

Herrndorf, nacido en Hamburgo en 1965, estudio arte en Nuremberg, trabajó un tiempo como ilustrador para diversos medios, entre ellos la revista satírica Titanic, y, originalmente, quiso ser pintor.

Sin embargo, llegó un momento en que se dio cuenta de que con la pintura no podía alcanzar lo que quería y que el trabajo literario era una actividad más exigente con el consumidor.

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