Así lo explicó este testigo en el juicio que finalizó el jueves en la Audiencia Provincial de Madrid contra el cura, acusado de abusar sexualmente del menor entre 1998 y 2001.
En la sesión del jueves declararon el organizador de los catequistas y una de éstos que ayudaba al menor en sus tareas escolares y a la que, según relató, en una ocasión le dijo que el cura "le hacía daño".
La catequista agregó que pudo comprobar sus sospechas cuando la madre del niño le llamó para decirle que su hijo le había confesado que el cura abusó sexualmente de él en repetidas ocasiones.
Posteriormente -continuó la testigo- lo contó al organizador de los catequistas, quien testificó hoy que informó a la parroquia pero que ésta le dijo que era mejor no decir nada.
El menor, un caso típico de este tipo de abusos
La psicóloga forense y otra particular, que atendió al menor durante casi cinco años, coincidieron en asegurar ante el tribunal que, según los exámenes y conversaciones que ambas tuvieron con la supuesta víctima, es completamente compatible que haya sufrido abusos sexuales cuando era aún menor de edad y destacaron que era un caso típico de este tipo de abusos.
Por el contrario, el psiquiatra del cura, a quien trató durante más de un año por una depresión, dijo que el acusado no presentaba síntomas de pedófilo y descartó por completo que se hubieran producido los abusos sexuales.
El fiscal mantuvo su petición de pena para el cura de tres años de prisión y 30.000 euros de indemnización por un delito continuado de abusos sexuales a un menor de edad, mientras que la acusación privada, que solicita la misma pena de cárcel, pidió 60.000 euros por considerar que hubo un supuesto intento de violación.
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