Además, condena al etarra Ieltxu López de Aberasturi, también miembro del comando, a seis años de prisión por un delito de integración en organización terrorista.

Seguimiento y vigilancia

La sentencia considera probado que Pérez Aldunate recibió, con anterioridad al mes de abril de 2004, la orden de ETA de trasladarse desde Francia a Barcelona y de allí a Palma de Mallorca con el objetivo de hacer los seguimientos y vigilancias correspondientes en los lugares frecuentados por el Rey con motivo de su desplazamiento a esa ciudad en la época de Semana Santa.

Entretanto -agrega- Pérez Aldunate recibiría a través de un teléfono móvil que había adquirido en Barcelona información acerca del momento y el lugar en el que podría disponer del rifle adecuado para realizar el atentado que preparaba contra el Rey.

Finalmente, después de estar en Mallorca desde el 6 de abril hasta el 12 de mayo, Pérez Aldunate "no pudo llevar a efecto el plan trazado al no recibir el arma con que perpetrar la muerte del Rey" y recibió la orden de regresar a Francia.

La formación del comando "Adur"

Ya en Francia, el responsable de ETA identificado como "Txeroki" encarga a Pérez Aldunate la formación del comando "Adur".

Su misión sería la de realizar actuaciones para acabar con la vida de miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y de políticos del País Vasco, contando para la misión inicial de seguimientos y vigilancias con la ayuda logística de López de Aberasturi, quien también formaba parte de la banda terrorista, dice la sentencia.

Pérez Aldunate fue detenido en febrero de 2005 en las inmediaciones del domicilio de López de Aberasturi en Basauri (Vizcaya) cuando pretendía establecer contacto con él, que se encontraba en El Campello (Alicante) por la muerte de un familiar.

El registro

En el domicilio de Pérez Aldunate, se intervino, entre otros efectos, un rifle desmontable, una pistola y 30 cartuchos, todos ellos en perfecto estado de conservación y funcionamiento.

De igual modo, se encontró documentación sobre los seguimientos y vigilancias a muchos políticos vascos y fuerzas de seguridad, especialmente del parlamentario del PP Leopoldo Barreda y los miembros de la Guardia Civil de la Comandancia de La Salve (Bilbao).

López de Aberasturi fue arrestado en El Campillo y no se acreditó, según la sentencia, que a pesar de pertenecer al mismo comando de ETA que Pérez Aldunate, hubiera participado en la elaboración irregular de documentos de identidad, ni en la confección de documentos sobre seguimientos y vigilancias, "ni que hubiera de participar en los actos contra la vida que pretendía perpetrar y menos aún en el que en Semana Santa de 2004 se iba a cometer contra S.M. el Rey".

El tribunal explica que respecto a la pena con la que deben ser castigadas la comisión de dos delitos de conspiración para el asesinato y otro contra la Corona, hace uso de la facultad de rebajar las mismas en dos grados, aplicando para cada uno de ellos la pena mínima de 5 años de prisión.

La sentencia absuelve a Pérez Aldunate del delito de falsificación de moneda con fines terroristas y a López de Aberasturi de este mismo delito y de los de colaboración con banda armada, tenencia de armas y explosivos, falsificación de documentos, de conspiración para asesinato y contra la Corona, de los que también era acusado.

Otros dos etarras condenados

Por otra parte, la Sección Primera de lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenado a 23 años de prisión a los miembros de ETA Asier Arzalluz Goñi y Aitor Aguirrebarrena Beldarrain por los delitos de estragos terroristas y lesiones, en relación a la colocación de un coche-bomba en las cercanías de un cuartel de la Guardia Civil de la localidad de Agreda (Soria) en julio de 2000.

El tribunal considera probado que los condenados, integrantes del "comando Ttotto", recibieron una orden del ex dirigente etarra Francisco Javier García Gaztelu, "Txapote", para atentar contra el cuartel de la Guardia Civil de Agreda.

Los condenados colocaron en julio de 2000 un artefacto explosivo en un aparcamiento próximo al cuartel, cuya carga era de unos 15 kilos de un alto explosivo sólido rompedor.

La explosión afectó a varios edificios que se encontraban en las proximidades.

La Sección Primera de lo Penal basa su condena en la declaración policial efectuada por el miembro de ETA Ignacio Guridi Lasa, condenado, entre otras causas, a 30 años de cárcel por el asesinato el 7 de mayo de 200 del periodista y columnista del diario 'El Mundo' José Luis López de Lacalle en Andoain (Guipúzcoa).