El Consejo de Directores de los colegios públicos madrileños ha recomendado a los centros de Infantil y Primaria que cobren 3,80 euros por el uso del comedor escolar a los alumnos que traigan la comida de casa, de ellos 2,50 euros en concepto de vigilancia y el restante por gastos de gestión del comedor.

En este último concepto los colegios podrán incluir los costes de energía (luz y gas), la utilización del menaje o el servicio de limpieza, según una circular enviada a los colegios de la región con una serie de "Recomendaciones a los directores sobre la utilización del servicio de comedor escolar mediante comida aportada por las familias".

Tras difundirse este viernes el contenido del escrito, tanto la Consejería de Educación como la FAPA Giner de los Ríos han coincidido en calificar como "desproporcionado" el precio recomendado por la Junta de portavoces del Consejo de Directores y las condiciones que deben cumplir las familias.

En el escrito, el Consejo reitera "su rechazo" a la decisión de la Consejería de Educación de permitir que los niños lleven comida a los colegios, pero "ante la negativa de la Consejería de retirarla", desgrana una decena de condiciones organizativas y de funcionamiento.

La Junta de directores señala que los Consejos Escolares de cada centro podrán tomar las decisiones más adecuadas a sus características, y recomienda que "los alumnos de educación Infantil no traigan tartera, y se limite el uso a los alumnos de Primaria". Deberán traer la comida "en recipientes termo aislantes, guardados en bolsas termo aislantes", todos ellos correctamente identificados con el nombre del alumno.

También se recomienda, para asegurar "una alimentación equilibrada, saludable y variada", que el centro entregue al alumno el menú mensual y las familias traigan "la comida que indica el menú para cada día". Según el Consejo, "los alumnos que sean usuarios con comida transportada traerán siempre su comida", y no se deberá admitir alumnos esporádicos en esta modalidad.

Los padres deberán firmar "un documento con las normas, en el que asumen la responsabilidad higiénico sanitaria de la elaboración, transporte e ingestión de la comida, eximiendo al centro y al director/a de cualquier responsabilidad", y se elaborará un documento común. El procedimiento de recepción, almacenaje y devolución de los recipientes lo decidirá cada centro, según el escrito.

"No se publicará o se enviará circular masiva sobre las condiciones de este servicio, se darán a las familias que lo soliciten", según otra de las recomendaciones.

Por su parte, la Consejería de Educación recuerda que "la competencia para establecer las condiciones del servicio de comedor corresponde a los consejos escolares de cada centro, que son los que contratan el servicio de comedor con las empresas". Asimismo, considera que "tanto el precio como las condiciones recomendadas por el Consejo de directores para las familias que decidan llevar la comida de casa son desproporcionados".

En la misma línea, la FAPA Giner de los Ríos considera que tanto el precio como las condiciones requeridas "son excesivas, prácticamente imposibles de cumplir por la mayoría de las familias" afectadas, ha señalado su presidente, José Luis Pazos.

A su juicio, desde el Consejo de Directores se han visto obligados "a cubrirse las espaldas ante la negativa de la Consejería a retirar la medida". Ha apuntado que "si la Consejería dice que son excesivas las condiciones, es porque tiene una idea clara de cuáles deberían ser" y ha pedido "que sea la propia Consejería quien las fije".