El carácter catártico y sexual, la extravagante subjetividad y las formas repetitivas utilizadas como base convierten a la música blues en una especie de preludio o metáfora del arte contemporáneo. Esa es la tesis de una gran exposición colectiva con más de medio centenar de creadores que están influidos por la profunda huella del blues, el estilo musical más influyente del siglo XX.

Blues for Smoke, que organiza el Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles (MOCA), será inagurada el 21 de octubre y estará en cartel hasta el 7 de enero de 2013. La muestra viajará luego a Nueva York para ser exhibida, entre el 6 de febrero y el 28 de abril, en el Whitney Museum of American Art.

La exposición colectiva, cuyo título se traduciría literalmente por Blues para fumar, aunque incluye una referencia imposible de llevar al español sobre el blue smoke (humo azul) que emiten los vehículos a motor con los sistemas de escape de gases averiados, condensa obras realizadas entre 1950 y la actualidad, muchas de ellas encargos especiales para la muestra. Hay pintura, escultura, piezas de técnicas mixtas, instalaciones, fotografías y vídeos.

Los organizadores parten de la "importancia fundamental" de la llamada "música clásica de los EE UU" —y los géneros que incubó: desde el jazz, el rock y el rhythm and blues hasta el hip hop— para escritores y creadores estadounidenses del siglo XX, negros y panafricanistas, comoRalph Ellison, Murray Albert, Amiri Baraka (LeRoi Jones) o Cornel West  para sostener que esa influencia se ha universalizado con los medios de comunicación masivos.

podemos encontrar al blues hoy en día? ¿Por qué lo buscamos?Ahora, dicen, "en cierto sentido, todo el mundo tiene el blues". Se preguntan qué significa el estilo en el arte contemporáneo, cómo podríamos circular entre y uno y otro mundos. "¿Sigue siendo el blues más que música? ¿Dónde lo podemos encontrar hoy en día? ¿Por qué lo buscamos?".

Blues for Smoke coloca a la música que empezaron a tocar los negros esclavo o presos en el Delta del Misisipi a comienzos del siglo XX como un "terreno imaginativo" que "se adapta perfectamente a las cuestiones de identidad y de expresión en esta era de Obama". Los artistas contemporáneos han sabido utilizar, en una forma "divergente pero enlazada", el carácter "ambicioso, intercultural y sensible a la influencia de la historia" con que los artistas de blues se movían.

"A pesar de que está basada en ideas del pasado, esta exposición habla del momento actual. Las preguntas y los temas del blues, los sentimientos ambivalentes que expresa y su forma como expresión cultural son fundamentales para el arte reciente. A mi modo de ver, el blues es pura anticipación", dice el coordinador de la exposición Bennett Simpson.

En las obras de la colectiva abundan los temas o las técnicas que tienen que ver con el terreno del blues: la exploración de la vida doméstica, la abstracción, la repetición, la "extravangante subjetividad" y la búsqueda de lo catártico o extático. Entre los artistas presentes están Jean-Michel Basquiat, que se refiere directamente a leyendas del blues en un enorme cuadro-mural; Roy DeCarava, con una serie de atmosféricas fotos de salas de baile, o Marting Wong.

Además de las obras de arte, la muestra tendrá puestos de escucha y estaciones de visualización de vídeos para reproducir obras de grandes figuras del género —desde Skip James, Howlin' Wolf, Son House y Thelonious Monk a Erykah Badu— o series de televisión como The Wire en la que el espíritu del blues está presente de manera casi palpable.