El curso arranca en la Comunitat con menos profesores y con 17.000 alumnos en barracones

  • El número de escolares desciende, pero también habrá 1.200 docentes menos.
  • El Consell potenciará la concertada y paraliza los colegios públicos proyectados.
  • No se pagará por llevar la fiambrera a los centros.
Alumnos de Secundaria levantan la mano en clase.
Alumnos de Secundaria levantan la mano en clase.
GTRES
Alumnos de Secundaria levantan la mano en clase.

El curso escolar, que arranca este viernes en la Comunitat Valenciana con las clases de Infantil y Primaria, vendrá marcado por los ajustes fruto de la crisis económica y por el descenso en el número de alumnos. En total se prevé escolarizar a 773.110 estudiantes, un 1,41% menos que el curso anterior. El descenso de la natalidad y la vuelta de muchos inmigrantes a sus países de origen han provocado por primera vez una bajada en todas las etapas de la educación obligatoria. Solo Bachillerato y FP (con 14.000 nuevas plazas) suben en matriculados por el efecto ‘regreso a las aulas’ que está provocando el elevado nivel de desempleo.

De hecho, el alumnado extranjero cae por cuarto curso consecutivo, un 3,37%, y se queda en los 87.166 escolares. El número de docentes también sufre una merma como consecuencia del descenso de interinos, que la Conselleria de Educación cifra en 1.200 menos, aunque confía en incorporar a 700 de ellos a lo largo del curso para cubrir jubilaciones y bajas. Así, el número total de docentes en la Comunitat al inicio de curso es de 50.193.

En cuanto a la ratio de alumnos por profesor en la escuela pública, los datos oficiales indican que, como promedio general, baja del 21,6 a 21,3 en Infantil, se mantiene en 20,8 en Primaria y sube del 25,5 al 26,4 en Secundaria. Todo ello pese al aumento de hasta 30 alumnos como máximo en las primeras etapas y de hasta 42 en Bachillerato.

Sin embargo, sí se produce un aumento en la concertada en todas las etapas de entre uno y dos puntos, que dejan los índices en 26 alumnos por aula. La consellera de Educación, María José Catalá, ha esgrimido estos datos y ha hablado de un trasvase de alumnos desde la pública y la privada a la concertada para justificar su apuesta por estos centros privados financiados con fondos públicos. En esta línea, ha anunciado la próxima licitación de hasta siete Centros de Iniciativa Social (CIS), la modalidad ideada por la Conselleria para ceder suelo a empresas durante 75 años a cambio del concierto de todas las plazas escolares y del abono de un canon.

Catalá defiende la necesidad de un “ajuste importante” en la construcción de colegios públicos e incluso no descarta “renunciar a la nueva construcción” de los centros proyectados por su departamento, que se deben “revisar y evaluar. Ahora hay un escenario diferente tras los picos de población alcanzados en años anteriores con la llegada de inmigrantes”, ha argumentado.

La prioridad de la Conselleria será la eliminación de los centros construidos íntegramente con barracones. El curso arrancará con algo más de 800 aulas prefabricadas en las que estudian 17.000 alumnos. Se han eliminado el 10% respecto al curso anterior, lo que indica que el plan anunciado por Alberto Fabra para eliminar estas aulas en cuatro años avanza a paso lento.

Otras novedades de un curso que los sindicatos ya han definido como “difícil” serán el nuevo plan plurilingüe, con el que ya estudiarán en inglés 45.000 alumnos de Infantil; la eliminación del carácter universal del bonolibro, que ahora se concederá en función de la renta; el adelanto de los exámenes de septiembre a junio para los alumnos de segundo de Bachillerato por el nuevo calendario de Selectividad; el diagnóstico precoz de los alumnos para atajar el elevado fracaso escolar y la polémica sobre la presencia de fiambreras en los comedores escolares.

La titular de Educación ha asegurado que serán los consejos escolares quienes deberán autorizar o no la entrada de alimentos de las familias y afirma que no se cobrará ningún canon a quienes se lleven el tupper de casa.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento