Alemania celebrará a bombo y platillo el centenario del descubrimiento del famoso busto de la reina egipcia Nefertiti, una de las atracciones turísticas emblemáticas de Berlín y un contínuo causante de conflictos diplomáticos con Egipto, que reclama su devolución. El Museo Neuesn acaba de anunciar una gran exposición para conmemorar el hallazgo, en 1912 y a manos de un explorador alemán en los restos de la ciudad de Amarna, de la tumba de la carismática reina y su marido, Akenatón.

Los responsables del museo presentaron ayer la muestra Im Licht von Amarna, 100 Jahre Fund der Nofretet (Bajo la luz de Amarna, 100 años del descubrimiento de Nefertiti), que se inaugurará el 6 de diciembre, exactamente en el aniversario del descubrimiento del busto, que tiene 3.300 años de antiguedad. Además, la exposición incluirá unas 600 piezas, muchas de las cuales sólo se han podido ver como réplicas y souvenirs que se venden en las tiendas del museo.

Una de las atracciones de la exposición será una réplica en bronce del famoso busto de la reina, para que el público pueda tocar la efigie. "Queremos que el visitante pueda experimentar la belleza del busto también a través del tacto", declaró el arquitecto responsable del diseño de la exposición, Noel McCauley.

La extrema fragilidad del busto original no permite su traslado, por lo que permanecerá en el lugar de honor que ocupa en el museo, un edificio reconstruido —fue destruido por los bombardeos aliados durante la II Guerra Mundial— y reinaugurado a bombo y platillo en 2009 por la canciller Angela Merkel tras unas obras que costaron 200 millones de euros.

Bajo la luz de Amarna, que estará en cartel hasta el 13 de abril de 2013, presentará los objetos "en su debido contexto histórico-cultural" para permitir a los visitantes una inmersión en la era de la reina Nefertiti y el faraón Akenatón en torno al año 1346 antes de nuestra era. Unos 200 objetos han sido restaurados para la ocasión, muchos de ellos nunca antes exhibidos públicamente.

El busto de Akenatón, hallado al mismo tiempo que el de Nefertiti, es uno de los grandes tesoros de la exposición y resulta al menos tan exquisito como el de su esposa. No obstante, la efigie del gran faraón, procedente al igual que la de Nefertiti del taller del escultor Tutmosis, había sido destrozada en la antigüedad por los adversarios del que fuera instaurador del monoteísmo y considerado por ello hereje y tras su hallazgo fue objeto sólo de una mínima restauración.

También se exhibirá el diario original de las excavaciones. En una entrada del 6 de diciembre de 1912 puede leerse: "hallado busto pintado de tamaño real de la reina, de 47 cm. de altura. Los colores, como recién pintados. Trabajo excelente. Describir no aporta nada, hay que verlo".

Durante las excavaciones en Amarna, los arqueólogos encontraron entre 7.000 y 10.000 objetos, de los cuales 5.500 se encuentran en Berlín. La mayoría no habían sido restaurados o estudiados y sólo se habían expuesto unos pocos. La exposición sobre Nefertiti se completa con préstamos de otras instituciones, entre ellas el Museo Metropolitano de Nueva York, el Louvre de París y los museos Británico y de Arqueología Egipcia de Londres.

La directora de la colección de arte egipcio de Berlín, Friederike Seyfried, ha declarado que ha visitado Egipto tres veces en los últimos meses y que ha mantenido reuniones con el ministro de Arqueología. Seyfried opina que la exposición ha sido recibida positivamente en Egispto, pese a que los gobiernos de este país han reclamado repetidamente que el tesoro arqueológico sea devuelto. Las autoridades alemanas dicen que llegó al país de forma legal y que es demasiado frágil para ser transportado.