La convocatoria anticipada de las elecciones en Galicia para el 21 de octubre ha desbaratado el proceso de primarias en el Partido Socialista de Galicia y ha abierto incógnitas en el espacio nacionalista, tras la escisión en el seno del BNG surgida a raíz de su asamblea de comienzos de año.

Los socialistas habían previsto elegir al candidato el día 6 de octubre, una fecha anunciada este verano por el secretario general, Pachi Vázquez, hasta ahora el único que ha anunciado su voluntad de presentarse. No obstante, en los últimos meses diferentes dirigentes del partido han expresado sus preferencias ante hipotéticos candidatos.

Entre esos posibles, aunque no confirmados, aspirantes siempre ha estado el exministro de Fomento, José Blanco, al que algunos dirigentes pidieron que concurriese; por otro lado, el extitular de Justicia, Francisco Caamaño, había señalado también que sopesaba presentarse.

Sin embargo, las dudas en cuanto a Blanco han quedado despejadas este mismo lunes, ya que el exministro se ha puesto a disposición del secretario general para "cooperar en todo lo necesario" y lograr la victoria en los comicios. Así lo expresado en su blog el mismo día en que el PSdeG ha decidido que su candidato a presidir la Xunta se elija el próximo sábado por el Comité Nacional.

Blanco apunta que la obligación de los socialistas "es poner freno al Partido Popular". "Para ganar fuera, hay que sumar dentro"s, ha dicho el dirigente socialista en su blog, asegurando que la decisión del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, de adelantar los comicios "lo único que esconde es su intención de engañar una vez más a los gallegos".

A su juicio, Feijóo "conoce los planes de ajuste que Mariano Rajoy va a aplicar en los próximos meses y las graves consecuencias que tendrá para Galicia, y por eso ha decidido anticipar las elecciones: para ocultárselos a los gallegos y que voten antes de sufrir su impacto: ese es su único e inconfesable motivo".

Se trata, a su juicio, de la misma estrategia del PP en las pasadas andaluzas, en que "ocultó" la primera "oleada" de recortes".

Nuñez Feijóo, dice Blanco, sabe que su partido va a imponer grandes sacrificios a los gallegos, como la "paralización" del AVE o la pérdida de poder adquisitivo, motivo por el cual quiere celebrar las elecciones "por puro ventajismo electoral" y por tratar de evitar una derrota que sabe segura" en esta "legislatura perdida".

La candidatura de Pachi Vázquez es la única que está sobre la mesa del PSdeG, sin embargo, estatutariamente puede haber otras candidaturas de aspirantes que consigan obtener un 20% de avales de la militancia, aunque fuentes del partido lo ven poco probable, con lo que sería Vázquez quien optaría a la Presidencia.

La otra fuerza de oposición en Galicia, el BNG, afrontará los comicios por primera vez tras la escisión que tuvo lugar cuando, descontentos con la hegemonía de la UPG revalidada en la última asamblea nacionalista, abandonaron la formación dirigentes como el histórico Xosé Manuel Beiras.

De los escindidos han surgido dos corrientes: los de Anova, del propio Beiras, claramente de izquierda y que en los últimos tiempos han contactado con fuerzas como Esquerda Unida, y Compromiso por Galicia, de centro y en la que figura el exsenador Xosé Manuel Pérez Bouza.

Aunque ambos grupos trataban de perfilar alternativas distintas para las elecciones, por ahora no ha sido anunciado ningún compromiso entre las distintas fuerzas políticas. Mientras, el BNG afronta las elecciones con un candidato ya decidido: el hasta ahora diputado en Cortes Francisco Jorquera, y bajo el liderazgo del portavoz nacional, Guillerme Vázquez.

El propio Jorquera sostuvo esta semana que el BNG "está más vivo y fuerte que nunca" tras haber superado la escisión y consideró que superada la baja el BNG está "recuperando impulso, tiene iniciativa política y un extraordinario poder de convocatoria".