El contraste de temperaturas del verano puede ocasionar rinitis, catarros y mucosas secas

  • En verano, la diferencia entre la calle y las tiendas puede ser de 23º.
  • El aire acondicionado hay que apagarlo en las primeras y últimas horas del día.
  • Repasamos los consejos para evitar un golpe de calor.
Unas mujeres sufren la ola de calor ante un termómetro de calle expuesto al sol que marca 46 grados, en el centro de la ciudad gallega de Ourense.
Unas mujeres sufren la ola de calor ante un termómetro de calle expuesto al sol que marca 46 grados, en el centro de la ciudad gallega de Ourense.
EFE
Unas mujeres sufren la ola de calor ante un termómetro de calle expuesto al sol que marca 46 grados, en el centro de la ciudad gallega de Ourense.

Bendito aire acondicionado, pensamos al entrar desde la calle a una tienda, un bar o de vuelta a nuestra casa. Pero ese contraste de temperaturas no resulta tan bendito. Más bien al contrario, es causa de rinitis, catarros y mucosas secas.

Nos lo recuerda la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC), que nos recomienda mantener el ambiente en el hogar entre los 22 y 23 grados y apagar el aire en las primeras y últimas horas del día.

En verano, las temperaturas en la mayoría del territorio nacional alcanzan, y hasta superan, los 40 grados centígrados. Los establecimientos comerciales optan por encender el aire acondicionado, a veces hasta el exceso, a temperaturas entre los 20 y los 15º.

De este modo se llegan a producir diferencias de 23 grados del exterior al interior de los locales. Ello "produce una sensación muy incomoda que puede hacer que aparezcan problemas de tipo respiratorio infeccioso", explica el secretario general de la SEMFYC, Salvador Tranche.

Así, la persona que se encuentra empleada en el establecimiento sufre sequedad en la mucosa nasal y bucal, lo que supone un problema porque al estar de cara al público "no puede estar tosiendo o estornudando. Están obligados a estar medicados".

En cambio, el cliente poco puede hacer para prevenir estos problemas derivados del contraste de ambientes. El doctor sí aconseja que no se abuse del aire acondicionado en el hogar y que se tomen medidas clásicas como "cerrar las persianas durante el día o usar el ventilador en la noche".

Quienes corren más peligro son los ancianos, ya que "tienen más dificultades de autorregulación tanto de la temperatura como de la presión arterial, por lo que tardan más en aclimatarse", añade Tranche. Por ello pueden sufrir cuadros de hipotensión, un mareo o una caída al suelo.

El riesgo de un golpe de calor

Menos probable es sufrir un golpe de calor. Se produce por un calentamiento intenso y rápido del organismo, que no es capaz de controlar la temperatura y puede sufrir severos daños. Para evitarlo conviene seguir algunos consejos:

  • Beber frecuentemente agua o líquidos sin esperar a tener sed.
  • Hacer comidas ligeras.
  • En la calle, busca la sombra, ropa ligera, cabeza cubierta y calzado fresco y cómodo.
  • Menos actividad física y ninguna en las horas más calurosas del día.
  • Para la piel, un protector solar adecuado.

Los síntomas son piel caliente, roja y seca; náuseas y sed intensa; somnolencia y/o agresividad; obnubilación y pérdida de la conciencia.

En caso de golpe de calor y mientras llega la asistencia médica se recomienda enfriar el cuerpo por medio de paños de agua fría, baño o ducha fría y estar en una habitación oscura.

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